ABDUCTION (FRA) «A l’Heure du Crépuscule» CD 2018 (Finisterian Dead End)
Por Jesús Muñoz Caballero
El 30 de marzo de 2018, el sello Finisterian Dead End, publicará el segundo L.P del combo francés de Black Metal ABDUCTION. El trabajo llevará por título «A l’heure du crépuscule». Ahora, amantes de lo extremo, poneos cómodos para leer su respectiva reseña.
El line up es: Guillaume Fleury (guitarra), Mathieu Taverne (bajo), Morgan Velly (batería), François Blanc (voz).
Camaradas, que clase tienen los de Francia. Durante los casi 48 minutos de duración, se nos despliega ante nuestros maltratados oídos un trabajo tan furioso como grandilocuente. El sentido de la melodía del cual hace gala el conjunto es cuanto menos espectacular. En líneas generales, las tonadas son extensas, ofreciendo una cantidad de giros en las susodichas que os dejarán anonadados. Sin embargo, es posible que para los fanáticos más sanguinarios del «Metal Negro» este asalto les resulte demasiado edulcorado. A pesar de ello, no creo que nadie pueda poner en tela de juicio la calidad de estos chicos.
La producción tiene el punto justo de suciedad, adjuntando un artwork evocador. Los riffs, dramáticos a la par que decadentes y violentos, os harán vibrar de emoción. Los hallamos fluidos, estridentes, a una cuerda, a doble armonía y carentes de distorsión. A su vez, si la ocasión lo requiere, nos toparemos con pinceladas de arpegios. Respecto a los tonos vocales, preparaos para una doble embestida de shrieks y clean vocals. La batería tiene tendencia a ser ejecutada sin que el pie pise el acelerador de fondo. Pero por supuesto, los up tempos y los blast beats estan presentes a lo largo y ancho del álbum.
Personalmente, destacaría «Sous les cendres et la pierre» por ser no solo la más extensa, sino a su vez la más descarnada. Amigos, a este humilde redactor el C.D le ha parecido realmente bueno. Tanto si degustáis este tipo de sonoridades como si no, os recomiendo encarecidamente su escucha. Os garantizo que os trasportará al ocaso de vuestras vidas.
Nota - 8
8
Nota
Camaradas, que clase tienen los de Francia. Durante los casi 48 minutos de duración, se nos despliega ante nuestros maltratados oídos un trabajo tan furioso como grandilocuente. El sentido de la melodía del cual hace gala el conjunto es cuanto menos espectacular.