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[CRÍTICAS] FAITHSEDGE (CAN) «Restoration» CD 2016 (Scarlet records)

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Por David Ibáñez Ortuño

Desde el sur de California llegan FAITHSEDGE con su tercer disco, a decir verdad unos auténticos desconocidos para mí hasta ahora.

En su página web podemos leer su biografía, en la que se intentan vender como una especie de supergrupo de los muchos que abundan dentro del rock, algo que me tira bastante para atrás. Leyendo la reseña de los músicos que integran el grupo nos damos cuenta que en todo caso podría ser un supergrupo de “perdedores”, es decir, buenos músicos a la sombra de otros “galácticos” o que simplemente no han cuajado o no han tenido continuidad en otros proyectos y esto, la verdad, me parece mucho más interesante que una line up llena de estrellas del rock.

Giancarlo Floridia, cantante, compositor y alma mater del grupo ha conseguido reunir una formación compacta y bien empastada. A las guitarras Alex De Rosso, famoso por su breve aventura con DOKKEN entre 2003 y 2004. Al bajo Tim Gaines, insigne miembro de STRYPER. A la batería Matt Starr, ex de MR BIG y colaborador de ACE FREHLEY. De los teclados y la producción se ocupa Alessandro Del Vecchio.

En líneas generales me han sorprendido para bien. Estamos ante uno de esos discos de heavy rock melódico ochentero que hace décadas hubiera tenido un éxito relativo en ventas, pero que en los tiempos que corren roza el underground de un género metálico repleto de etiquetas terminadas en core, technical y demás, donde parece que hay que clonar a los grupos de moda y sonar brutales descuidando la originalidad.

Metiendonos en faena, el sonido se puede enmarcar dentro del rock americano clásico con reminiscencias de los grupos de los que han formado parte cada uno de los músicos.

El disco comienza con “Never a Day”, que nos recuerda a DOKKEN hasta que los teclados hacen acto de presencia, actuando como elemento diferenciador. Los ritmos progresivos hacen que pensemos también en QUEENSRYCHE. El tema es un auténtico trallazo desde el principio, muy melódico, se nota la calidad musical del trabajo y el nivel de los componentes del grupo, mención especial a Tim Gaines que se sale en este tema.

Tienen una vertiente marcada comercial, sin embargo se denota un halo de sutileza y complejidad que hacen que te enganches a los temas y que pidas más.

Con el segundo tema, “Jennifer”, parece que vuelvo a tener un 1 delante de mi edad y que llevo mi walkman a todo trapo. Tema ochentero y molón que se parece más al trabajo de MICHAEL SWEET en solitario que a STRYPER. Buen tema que consigue meterse en la cabeza. Muy notable el trabajo del guitarrista ex DOKKEN durante todo el disco. Muy buen solo. El cantante soberbio.

“You Cannot Give Up”, múltiples capas se entremezclan para dar forma a este tema, de los mejores del disco. Toque de modernidad pero sin perder de vista lo clásico, lo original, las raíces, un tema valiente y potente dentro de su estilo en el que mezclan ritmos progresivos con melodías, potencia y suavidad, resumen perfecto del sonido de la banda.

Llama la atención que no aburren, este estilo suele ser machacón, sin embargo introducen cambios de ritmo que hacen te no te puedas rendir, como reza el título del tema.

Es el tiempo perfecto para la balada de rigor y primer single, “Faith and Chris”. Las primeras notas de piano me hacen recordar a SAVATAGE y al mítico Jon Oliva, sin embargo este grupo ya ha demostrado tener entidad propia y pronto nos damos cuenta que estamos ante un pedazo de disco de heavy melódico, al menos en la primera mitad del mismo, algo que ni los inventores de esto tienen las narices de hacer, y eso me gusta.

Como me hubiera gustado que DEF LEPPARD, por ejemplo, sacaran un disco a este nivel y no intentando imitarse cual caricatura de grupo de adolescentes.

“Her Way Back” nos ofrece un poco de caña para despertarnos después de la balada, no es de lo mejor del disco pero sigue la línea de lo escuchado hasta el momento y quizá sea el tema que más se acerque al sonido DOKKEN, no llegando ni de lejos, pero recordándolo.

A partir de aquí va bajando un poco el nivel y nos adentramos en los clichés del género y la verdad empiezan a aburrir un poco, “Regret At All” es una canción correcta, música de calidad pero falta de ese algo que a mitad de canción te hace querer ponerla desde el principio y no pasar a la siguiente como es el caso.

“This War” tiene la difícil tarea de remontar el vuelo, algo que consigue a medias, es un buen tema con un riff sencillo y resultón, la batería demasiado machacona y la repetición hasta el infinito del estribillo no es lo que esperamos a estas alturas. Tiene unos toques sutiles de teclado y una guitarra melódica metida con mucho gusto. Alex de Rosso está a un nivel muy por encima de la canción.

En “Taking Our Lives” parecen los DEF LEPPARD de su mejor época y nos consigue despertar del mal sueño de los tres temas anteriores, por fin. Melodías poderosas y coros a la zaga. Los teclados están metidos con calzador a veces, pero el tema nos hace pensar de nuevo en los 80 y en los grupos punteros de esa época. Desgraciadamente solo pensar en ellos porque ni de lejos los alcanza.

“Let You Breathe” es la segunda balada del LP, no es el mejor momento para una balada. Acústica al principio, va creciendo poco a poco. A pesar de todo es una buena canción que rompe la dinámica y la monotonía en la que había caído el disco.

Y ahora sí, “This is everything”, otro trallazo marca de la casa, terminamos igual que empezamos. Vuelven a pasear por nuestra cabeza DOKKEN, RATT,… Muy buen tema que nos deja buen sabor de boca y que contiene uno de los mejores solos de guitarra del disco.

En resumen, un trabajo que arranca con mucha fuerza, con una primera mitad realmente soberbia, pero que a la mitad se vuelve algo lineal y repetitivo. Sonido ochentero, riffs pegadizos, solos de guitarra arrolladores. Un disco para los amantes del Hard Rock melódico y para los que anhelamos ese sonido de antaño que tanto nos hizo disfrutar. Un grupo que seguiré a partir de ahora y del que espero mucho en próximos lanzamientos.

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