Por Juan Angel Martos
Desde Ucrania y a través de Wolfshade Records, nos llega una nueva propuesta de gothic/doom/metal de la mano de METTADONE y su primer trabajo “Invisible Disease”, donde priman el ambiente oscuro y melancólico con unos teclados muy atmosféricos. Un proyecto creado por el batería y compositor Evgeniy Shamarin, en 2014, al que se le une Max Ilyashenko a las voces. A este dúo se le unen músicos de estudio para darle forma al LP grabado en N.C. Records como Sergey Krasnokutsky a las guitarras o Igor Shnurenko (BLACKMAIL), al bajo.
“The Game Around”, abre de una forma muy orquestal el disco, dejando claro el toque doom que les imprimen a las canciones, pero con la inclusión de las guitarras se acelera y gana en efectividad, introduciendo unas voces guturales muy incisivas, contando interludios donde los teclados y samples llevan la iniciativa, una de las canciones más oscuras y duras del disco. “Glenopobia”, nos introduce en un ambiente tétrico, con un teclado limpio y solitario al que se le va uniendo lentamente los instrumentos, recreando un ambiente muy funesto y oscuro, una de las canciones destacadas, con unas guturales muy profundas, a las que los instrumentos de viento y coros fantasmagóricos se le unen en un compendio de intenciones, jugando con las voces limpias en los estribillos que le imprimen más ritmo. Un buen tema.
“He’ll Not Live”, tiene un sonido antiguo, clásico, del gothic/doom de los 90, recordándome a PARADISE LOST, HEAVENWOOD, CREMATORY…, unos susurros, nos inician en un ambiente lleno de melodías y voces guturales, con unos pasajes de guitarras de corte doom, acompañadas de teclados con un toque de modernidad y en la que los instrumentos de cuerda ayudan a acrecentar la atmosfera recreada en un final de tema muy épico. “Darkline”, es otro de los temas con un acento más rápido, tanto en música como con las voces, dejándose ver algunos registros más agudos en la voz de Max, así como un estribillo con voz limpia acompañado de voces corales que le dan un toque más gótico al tema. Otro de los temas que más me gustan.
METTADONE, en esta parte central del álbum imprimen un poco de potencia, como muestra “Pointless Wars”, un temazo, que te hará mover sin parar la cabeza, dura, potente con ritmos de guitarras densos pero llenos de agresividad y uno de los estribillos que más me gustan y en el que los coros de voces mezclados con los riffs y las voces más agudas, te llevan al culmen del disco. Quizás sea el mejor tema del álbum (en mi opinión), con una estructura musical más compleja cambiando ritmos, acelerándolo en las estrofas y con una parte central muy melódica. Un tema de 10.
Tras la vorágine predecesora, “Deep”, como su propio nombre indica es oscura y farragosa, caminando entre riffs pesados y melodías pausadas, con un estribillo que me recuerda a PARADISE LOST. Y es que METTADONE bebe mucho de las influencias clásicas del gothic/doom, un punto a su favor para viejos nostálgicos, completando un debut más que disfrutable. “We´re His Mistake”, nos va acercando al final, con un bajo muy presente en el inicio de un tema donde el toque sinfónico de teclado otorga sonoridad a la introducción, para transformarse en otro tema de gothic doom clásico, pero modernizándose al final con un sonido de teclados más actuales que le imprime un toque más actual al tema y lo acelera, con voces agudas y una percusión incesante, así como el solo de guitarra irrumpe y acompaña a una voz que repite el nombre del tema. “Sadness”, pone el punto y final a este debut de METTADONE, con otro corte el cual guarda el estilo de sus predecesores.
METTADONE, han realizado un debut de calidad, con un toque añejo a los 90, consiguiendo crear una ambientación muy oscura, pero repleta de melodías y pasajes que nos harán disfrutar. Cortes como “Glenopobia”, “Darkline” o la inconmensurable “Pointless Wars”, os harán disfrutar.
