Autor: Álvaro García Benito
VEIL OF MAYA vienen fuerte este 2015 con la presentación de su nuevo álbum “Matriarch” bajo el sello Sumerian Records. Los de Illinois nos sorprenden con una explosión de creatividad en su nuevo larga duración, dando rienda suelta a su metal más progresivo, mezclado con episodios frenéticos de Deathcore, con blastbeats, riffs pesados y dejándonos ver la potencia en la voz de Lukas Magyar tanto en unos screams apocalípticos como en su técnica melódica.
En su nuevo álbum “Matriarch” han trabajado un sonido más limpio, más técnico, con reminiscencias al Djent de los últimos trabajos de PERIPHERY, añadiendo espacios relajados y melódicos, explotando esa vena progressive que les ha acompañado durante su carrera con efectos electrónicos, trabajando disonancias en las guitarras, de una perfección técnica abrumadora y con una batería a las manos de San Applebaum que no para de jugar con el metrónomo y las dinámicas, haciendo gala de la perfección técnica que parece acompañar a todo el grupo.
Ahora vienen lo interesante: vamos con un análisis canción por canción de “Matriarch” de los chicos de VEIL OF MAYA. Estad atentos porque este álbum tiene jugo:
Para abrir boca, nos golpean la cara con una entrada esquizofrénica, el tema “Nyu”, de muy corta duración. Este tema es solo una pequeña introducción a lo realmente interesante. Con una entrada similar al primer tema, viene “Leeloo”, que nos llega a los oídos con una entrada brutal, usando golpes rítmicos perfectamente coordinados entre guitarras y batería y unas disonancias ensordecedoras. Hacia más de la mitad del tema nos ofrecen un pasaje oscuro compuesto por sintetizadores.
“Ellie” y “Lucy” tercer y cuarto tema respectivamente, nos llegan con un corte más melódico en general, con guitarras usando acordes abiertos y consonantes y tempos más sencillos. “Ellie” luce un estribillo pegadizo que te pasarás repitiendo lo que queda de la tarde, mientras que “Lucy” posee un gacho melódico en la mitad de la canción que, entre sintetizadores y guitarras marcando progresiones harmónicas muy interesantes, crean un ambiente psicodélico digno del trabajo de metal progresivo del que hacen gala estos chicos.
“Mikasa” nos devuelve a la vida dando caña a una mezcla entre Metalcore y Deathcore, con riffs melódicos muy trabajados, un estribillo pegadizo, pasando por espacios duros de guitarras fluidas y blastbeats como apisonadoras. Quizás el tema más comercial de todo el disco.
En el sexto lugar, “Aeris” nos ofrece una dinámica más tranquila, melódica, abierta, ambiental y sensible, explotando un carácter que hasta ahora ha sido poco usual en el LP pero que te puede hacer caer alguna lagrimilla. “Three-Fifty” acompaña la línea de “Aeris” aunque nos da un puente mucho más agresivo, jugando con un doble pedal frenético.
“Phoenix” es el paradigma de la oscuridad en este álbum: con una entrada digna de SLIPKNOT, sintetizadores creando una atmosfera tenebrosa, un doble pedal que rompe los esquemas del metrónomo, unas guitarras que juegan con melodías del estilo Árabe y una agresividad brutal en la voz, nos dejan un temazo sorprendente. Siguiendo la línea de atmosfera oscura, “Matriarch” se muestra como un interludio para la verdadera joya, “Teleute”.
Ocupando el número nueve, “Teleute” nos devuelve a la locura de blastbeats, métricas matemáticas, brutalidad agresiva en la voz, riffs fluidos y baterías extremadamente técnicas que todos esperábamos, determinando lo que en mi opinión es el mejor tema del disco.
Con “Daenerys” los chicos de VEIL OF MAYA nos dan un tema que mezcla a partes iguales espacios melódicos y progresivos con partes más agresivas y duras. Esta es una de las ofertas más personales del grupo en este disco y es digna de ocupar un puesto de importancia en vuestra escucha. ¿Estáis cansados?, es la última bala en la recámara: “Lisbeth”. Este tema marca una despedida digna para un disco que, en mi opinión, se está convirtiendo en la obra cumbre de estos chicos.
“Matriarch” da una nueva perspectiva al trabajo de VEIL OF MAYA, con un nuevo camino en el que van a poder experimentar, abiertos a nuevos paradigmas compositivos y con mucha fuerza. Si tuviera que ponerle una pega a este trabajo es su semblanza más que evidente a los últimos discos de PERIPHERY, quitándoles puntos en originalidad, porque hasta el uso de la voz se parece al de Spencer Sotelo. Por lo demás, este es un disco más que recomendable.
