Criticas - novedades
Puntuación alta - recomendado

GRAPESHOT (ESP) «Suckcess»

Autoeditado, 2021

AUTOR: Cesar Luis Morales

Una de las cosas que más me maravilla del género humano es su, en apariencia, infinita capacidad para idear maneras de hacer daño a sus congéneres. Entre las lindezas que nuestro magín es capaz de parir están está el racimo de metralla, un tipo de proyectil consistente en un relleno de esferas metálicas que, al ser disparado, se dispersan desde la boca del arma, arrasando indiscriminadamente con todo lo que encuentren a su paso, sea hombre, mujer, niño, animado o inanimado. ¡Colorea y aprende el arte de la guerra con Teo!

Este invento del demonio (humano, pero demonio a fin de cuentas) se desarrolló fundamentalmente para los combates navales. Luego se perfeccionaría con las bombas de racimo y, ahí, el magín humano se refinó en el noble arte de acabar los unos con los otros. Así somos. Por suerte y por contraposición, el ser humano también es capaz de la creación artística. No hay mal que por bien no venga. Y a pesar de su rotundo nombre, los madrileños de GRAPESHOT (racimo de metralla o simplemente, metralla) se dedican a la muy noble y reseñable segunda actividad, la de la creación artística. Y en este año de locura de 2021, sacan su tercer larga duración, “Suckcess”. También el título se las trae. Un malicioso juego de palabras por homofonía entre “Success” (el éxito) y la palabra “Suck” (cuando algo apesta, cuando algo es una mierda, it sucks). Por ejemplo, ¿sabrías decirme que es un “Suckcess”? Pues los ganadores de cada edición de OT. ¡Ala, ya está dicho, la verdad descarnada y la ácida (aunque merecida) crítica! Pero con los madrileños, no hay miedo: jamás los llamarán para participar en uno de esos “Talent(¿?)-shows”. Porque son de los nuestros, de los metaleros, de los ruidosos, de los encabronados músicos honestos…

“Morning Rally” se despereza con sonidos de calle, obras, coches, barullo y… ¡a saco! Abren con riffing mortales, acelerados, repartiendo cera desde la víscera más anclada al Thrash Metal. Una bofetada que apenas si alcanza los tres minutos para ir abriendo boca. Y tropecientos años después de la salida de aquellos primeros álbumes de METALLICA o SLAYER, el género sigue estando ahí, repartiendo leña y mala leche a tres mil revoluciones por minuto. “Cold Hustler” pasa de su inicio acelerado hacia un elegante ejercicio de alternancia entre tempos rápidos y estribillos con una cadencia que engancha irremediablemente. La banda arma unos riffs y unos solos que se van, precisamente, a eso, al Groove. “Out of my hands” sigue por la misma línea; dejamos la velocidad desmedida y casi descontrolada del primitivo Thrash y nos vamos a tempos más lentos, hacia más melodía, hacía riffs más gordos y claros, aunque igualmente poderosos. La voz de Esteban Muñoz duele igual cuando canta con notas trasparentes que cuando rasga la garganta en los tonos más ásperos. “Right On” repta por unos derroteros podríamos decir incluso más del Southern; que vamos, si te lo firman HELLYEAH o DOWN, pues, oye, tan ricamente y disfrutamos de la puta Nola sin necesidad de cruzar el charco.

“Walk in sand” avanza juguetona y letalmente en virtud a una vivaz línea rítmica en la que todos los músicos empujan el tema hacia adelante. La batería es un instrumento fundamental, el instrumento sobre el que el siguiente tema, “We’ll return”, se construye. Sin necesidad de grandes alardes, pero con un pulso sólido, versátil y técnico a la vez, acompañada con la dramática voz, con los poderosos riffs, con los silencios… Toda una lección de maestría y madurez compositiva. “Beholder” se vuelve a acelerar en sus inicios para desplegar un ataque guitarrero a pleno Groove con una bestialísima y engorilada garganta que vuelve a sorprender por su versatilidad en sus partes más melódicas. Aquí cabe todo. Como esa parte hacia la mitad con los potentes y espaciados riffs. Si al escuchar eso, no se te mueve el cuello… ¡amiguete, estás muerto! “Parricide” sigue desplegando mala leche, ritmos machacones, cabalgadas sobre un muro de guitarras que, incansables, despliegan un auténtico arsenal de riffs. Y si esperabas que, para acabar, GRAPESHOT levantasen el pie del acelerador… Como desesperados, se lanzan al único tema grabado en español: “A hostias” y lo prometido es deuda… la bofetada sónica es de aúpa.

Es agradable ver que, a pesar de su nefario nombre, la banda se dedica a la noble actividad de la creación artística. Y sí, las bombas de racimo son una de esas putadas que el hombre ha inventado para hacer daño a sus semejantes. Pero también por suerte, los madrileños son como una de esas bombas de racimo: han desplegado en este “Suckcess” un racimo compuesto por nueve temas que son detonantes atómicos donde se mezclan el Thrash, el Groove y el Southern. Aquí el único daño que te pueden hacer es reventarte los timpanos y quebrarte el cuello.

Puntuación

Nota - 9

9

Nota

Pero también por suerte, los madrileños son como una de esas bombas de racimo: han desplegado en este “Suckcess” un racimo compuesto por nueve temas que son detonantes atómicos donde se mezclan el Thrash, el Groove y el Southern. Aquí el único daño que te pueden hacer es reventarte los timpanos y quebrarte el cuello.

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