MISTWEAVER (ESP) «Swansong»

Los antiguos griegos apostillaron la frase canto del cisne. Le atribuían a la majestuosa ave su incapacidad para cantar, salvo en el momento final de su vida, instante en el que entonaban una bella melodía. El uso de dicha expresión se ha introducido en el inconsciente colectivo como el último gesto u obra de alguien antes de su muerte o de su jubilación. ¡Colorea y aprende con Teo!

Así que, inquieto, iniciamos la escucha de este “Swansong” de MISTWEAVER. “Deathbound” abre gloriosamente, con una perfecta combinación de teclados sinfónicos y unas brutales síncopas en los bombos. Enseguida se transforma en un agresivo trallazo de sonido Göteborg, y ¡joder, vaya banda que hay detrás! “At the gates of Beyond” entra como un navajazo, a lo AT THE GATES, pero no sonando como una mera copia. Hay personalidad propia y trabajo compositivo. Es obvio que les gustan los sonidos duros y agresivos, pero… también está esa sensibilidad envolvente de los magistrales teclados, de los coros, de los cambios de tiempo y de atmósfera. Y que la agresividad no pare, pero que la dualidad de DM melódico tampoco; buena prueba de ello es el siguiente tema, “The Death came to me”, dónde se combinan a partes iguales esa sensación casi descontrolada de velocidad de las guitarras y la machacona batería con unas magistrales melodías en los estribillos. ¿Y el solo? Estirando las notas hasta el infinito…

Los temas se van sucediendo con una urgencia predatoria hasta que llegamos a “The forest of lost souls” con la hipnótica voz de Begoña García hasta que, abruptamente, todo vuelve a convertirse en un acelerón brutal de DM que luego se tamiza y reduce su velocidad, aunque no su magnificencia. Y que no te engañe el acústico inicio de “Echoes from the past” porque la bofetada encabronada es de aúpa. Siguiendo con los símiles ornitológicos, éste tema golpea como un roc (o un rukh), la mitológica ave de presa de la que se decía que era capaz de elevar un elefante a los cielos con sus garras. Pues de ese palo se las gastan los MISTWEAVER. Otro épico temazo es el “Unhallowed ground”: agresividad y velocidad desmedida en los versos, estribillos matadores, guitarras melódicas en los puentes, teclados, solos espectaculares… y sin apenas tiempo para respirar, “Suicide”, grandeza melódica sobre una base saturada de un encabronado Death.

¿Y qué decir de “Swansong”, el tema título? ¡Joder, que si separan, que si se separaron, que si vuelven…! El “Nocturnal Bloodshed” fue en 2014, en 2016 sacaron el EP “The Bloodshed rages on”… Renacen, cual ave fénix para este año y se cascan un trabajo como este “Swansong”… ¿Es el canto del cisne para ésta banda? ¡Cagüen! Así nos dejan, como el siguiente tema: “Embraced by the cold darkness”, deja que la fría oscuridad te abrace con un tema que va decelerando hasta su parte central para dar otra lección de sapiencia en las dobles armonías de las guitarras. Si los títulos anteriores son premonitorios, “Beyond Death’s Threshold”, el penúltimo tema, te va llevando a esos oscuros territorios más allá del umbral de la muerte y sus intrincadas y arábigas melodías te van preparando para un no deseado desenlace. Porque llegamos ya al tema final con “Afterlife”, ominosa introducción acústica para atacar un tema que no pierde el hilo de todo lo que la banda ha desarrollado: veloces ráfagas de Death, cambios de tempo y de atmósferas, ambientes más melódicos y evocadores; todo ello con una calidad y una renovación del género, una producción matadora y una banda realmente sobresaliente.

Resumiendo los símiles ornitológicos: un álbum que son tres aves a la vez: poderoso como el roc, renacido como el ave fénix y que es el canto de cisne de la banda. También me da que pensar que los CARCASS sacaron su “Swansong” en el 1996 y se tiraron trece años hasta su siguiente “Surgical Steel”. Si realmente en su canto de cisne, es el mejor legado que pueden dejar. Pero si en vez de ser su adiós… ¿por qué no dejarlo en un “Hasta pronto”?