Por Nuel González
Sí, sí, sí, mucho MYRKUR, mucho CARACH ANGREN y mucho WHITE WARD, ya estamos perfectamente familiarizados con los grupos populares de 2017 y con sus respectivas interpretaciones del black metal, pero ¿en dónde ha quedado esa segunda escuela que tanta metralla nos proporciona? Pues para todos esos que se preguntan lo mismo que un servidor, la respuesta se encuentra en SAR ISATUM.
Estos estadounidenses se estrenan con una potente manifestación del estilo que tantos corazones oscuros ha conquistado, ellos y su álbum debut “Shurpu” son los responsables del nuevo derramamiento de notas distorsionadas que acelera nuestro pulso.
Con la brevedad dinámica de 36 minutos de duración, el disco se mueve entre trémolos y percusión apoteósicos, ligeramente amenizado con ciertos retoques ambientales que planifican un campo en donde, eventualmente, terminará por explotar la enérgica instrumentación, tal y como pasa en el tercer tema “Black Gate”, una canción que lleva a cabo la simbología de su título, acentuando cada vez más esas dotes blackers que nos llaman y nos atrapan en esa dimensión extasiada y negruzca que fundamenta el álbum.
De shrieks perfectamente ejecutados, haciendo incapié en esa insistencia vocal, poderosa e inolvidable que oímos en bandas como BURZUM o TAAKE, el desarrollo lírico evoluciona con cohesión, aunque no entendamos ni lo más mínimo de aquello que profesa seguimos percibiendo su intencionalidad y la sensatez musical que son propias.
Si bien el dominio de los elementos comunes es exquisito, cabe decir que la composición global tiene cierta tendencia a homogeneizarse, lo que le resta variedad por los cuatro costados. Algunos temas profundizan un poco en la concepción sinfónica, escúchese “Celestial Diaspora”, y permiten cierto respiro estilístico, pero tendría que haberse utilizado con mayor insistencia; sin embargo, la macabra brutalidad que desempeñan las piezas de principio a fin logra un efecto que nos deja catatónicos, temas como “Vanaspati” parecen elogiar el principio melódico ejecutado por el grupo ANAAL NATHRAKH.
En cuanto a duración se refiere podríamos decir que es un EP convertido en álbum, pero la intensidad que está condensada en su interior es modélica y logra alargar la percepción que se tiene del disco, y teniendo en cuenta que su variedad no es muy elevada, poseer más canciones lo hubiese convertido en un producto un tanto tedioso. Sin duda, muy recomendable para los que amen este género sin las florituras contemporáneas.
Nota - 7.5
7.5
Nota
Estos estadounidenses se estrenan con una potente manifestación del estilo que tantos corazones oscuros ha conquistado, ellos y su álbum debut “Shurpu” son los responsables del nuevo derramamiento de notas distorsionadas que acelera nuestro pulso.
