AMARANTHE nace en el año 2008, en un momento en el cual, personalmente, ya estaba buscando estilos musicales bastante más agresivos que los que había estado escuchando toda mi vida. El Black y el Death Metal ya formaban parte de ella, y todo lo que hasta ese momento me había gustado estaba quedando, por lo menos durante un tiempo, en un segundo plano.
Por eso AMARANTHE nunca ha sido una banda que le haya hecho caso. De la misma forma que entre los años 1990 y 2000 tener una chica al frente era motivo suficiente para llamar la atención, a partir de entonces, pasa a ser algo habitual. Ni siquiera que sus miembros fueran músicos experimentados que provenían de la escena sobre todo Sueca dentro del Heavy, el Power o el Death como Nightrage o Dream Evil, ha sido suficiente motivo para que en estos 15 años de existencia me dignara a darles una buena oportunidad. Pero reseñar discos y estar en Necromance tiene estas cosas, y como el que más dedica dentro de la revista digital el apartado del Heavy metal es servidor, aquí estoy dándoles esa primera oportunidad.
Es fácil imaginar el por qué es una de esas bandas que tiene éxito comercial. Su mezcla de metal moderno con tendencias extremas, tener varias voces y jugar con la electrónica es tan atractiva, que pueden convertirse en una banda accesible para cualquier consumidor de metal. Siempre y cuando no seas un purista de los estilos y no te gusten esas mezclas tan variadas y en parte vanguardistas. Esto es un motivo importante para que sean seguidos por gente muy joven, y de ahí, que sea una banda muy requerida en los grandes festivales y esté haciendo giras con grupos de renombre como la actual con DragonForce.
Liderados por la cálida y poderosa voz de Elize Ryd, «The Catalyst» empieza directo y sin contemplaciones con el tema homónimo. Sonido de base electrónica, guitarras duras con un toque alternativo y el apoyo de dos vocalistas más: Niks Molins en las partes limpias y la última incorporación de AMARANTHE en el 2023 Mikael Sehlin en las extremas, tan importantes como la misma Elize Ryd. Continúan Olof Mörck en las guitarras, teclados y arreglos junto al batería Morten Løwe Sørensen, los dos fundadores de la banda junto Alize, completa formación Johan Andreassen al bajo. El disco transcurre con temas muy bailables que a veces rozan el sonido industrial, bastante cortos que apenas sobrepasan los tres minutos. Esto hace que las composiciones nunca lleguen a hacerse pesadas aunque el estilo no sea el tuyo. «Insatiable» destaca por su juego de voces, ritmo rápido y estribillo pegadizo, buenas guitarras, sencillas y sin adornos aunque destacan en algún que otro sólo bastante heavy y que están para dar la potencia a los temas. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que son una mezcla bastante perfecta de unos Battle Beast, Evanescence, Rammstein, la etapa electrónica de Theatre of tragedy o también última epoca de After Forever con algún ligero toque de Nightwish de Tarja en el “Once” o Annette Olzon. Y cuando digo «Perfecto», no me refiero a que me haya volado la cabeza ni sorprendido, ahí quiero decir que sabe jugar con todos esos elementos de distintos estilos y grupos, y los hace accesibles para que te entren directamente al cerebro, convirtiéndose en ritmos y melodías muy fáciles de quedarse con ellas. «Damnation Flame», «Ecstasy» o «Re vision» serían un ejemplo de esta mezcla de bandas. Pero si destaco temas por encima del resto son «Stay a little while», preciosa balada de toque más minimalista y sinfónica donde Alize y Molins están pletóricos y «Breaking away», que teniendo los elementos electrónicos, no tiene esas bases tan dance como la mayoría de composiciones, algo que les hace resplandecer ante un trabajo que prácticamente se basa en la misma formula, porque como he dicho anteriormente; los temas son cortos, el juego de voces le da mucho dinamismo a los temas y no tiene tregua, y que me sorprende la facilidad que tienen para crear estribillos tan pegadizos en los trece temas que componen «The catalyst».
Poco más que decir ante un buen trabajo de estos Suecos que cumple su cometido, que es hacer asequible y accesible el metal, y de esta forma, ellos a la vez seguirán manteniendo su estatus dentro de la escena y que seguro, seguirán siendo un reclamo en los festivales para seguir acercando a toda esa gente joven tan reticente a entrar en nuestro mundillo con otro tipo de bandas, pero que esta generación de grupos nacida en la primera década de los 2000 está sabiendo llevarlos, por mucho que nos pese, a su terreno. De ahí el éxito de bandas como Battle Beast, Beast in Black, Gloryhammer, Powerwolf o Sabaton.
Aunque sigo pensando que este tipo de Metal no está hecho para mí, he comprendido con el paso de los años que es necesario, y desde un punto de vista objetivo, a las bandas como AMARANTHE hay que darles su importancia hoy en día.
Desconozco y posiblemente seguiré desconociendo el resto de sus discos, pero si te gusta cualquier banda anteriormente citada u otras como Lacuna Coil, o nuestros paisanos Mind Driller, puede que te convenzan. Metal para el presente y futuro!!!
Puntuación
Nota - 7.5
7.5
Nota
Su mezcla de metal moderno con tendencias extremas, tener varias voces y jugar con la electrónica es tan atractiva, que pueden convertirse en una banda accesible para cualquier consumidor de metal.