Criticas - novedades

CABAL (DNK) «Magno Interitus»

Nuclear Blast Records, 2022 

AUTOR: Cesar Luis Morales

Y en esta nueva entrega, volvemos a recurrir al genio de Liverpool, a uno de los renovadores del género del terror y del que Stephen King dijo que era el futuro del mismo. Señoras, señores, niños y niñas, Mr. Clive Barker. Y volvemos a comprobar como la obra literaria tiene su trasfondo en la musical y cómo existe una íntima comunicación entre sensibilidades artísticas. ¡Colorea y aprende con Teo!

Porque en este universo metalero que nos acoge, determinados autores, como Tolkien, Stephen King y tantos otros han sido fuente de inspiración para metal-heads del mundo para ponerle nombre a la banda, para grabar determinados álbumes o para cualquier otra cosa que se os pueda pasar por la cabeza. Y Clive Barker no es una excepción. De su prolífica obra han surgido veinte mil referencias. Pero en este caso concreto, nos vamos a basar en su cuarta novela de 1988, titulada en inglés Cabal. Por esta parte del mundo, se la conoce como Razas de noche. Y de ahí han salido unas cuantas buenas ideas para el mundo metalero. CRADLE OF FILTH le dedicaron su cuarto álbum a la ciudad de “Midian” (2000). De entre las páginas de esa novela, los irlandeses post-rock GOD IS AN ASTRONAUT sacaron su nombre. Y como no hay dos sin tres, pues ahora tenemos que hablar de los daneses CABAL y de su nueva obra, “Magno Interitus” (traducido como la gran decadencia). La cosa empieza pero que muy bien con “If I hang, let me swing” (si cuelgo, déjame balancearme). Directos a la yugular, con ese DeathCore pasado de vueltas a lo LORNA SHORE y enseguida tengo ganas de reventarme la cabeza contra las paredes. Mira que me he metido de todo por las orejas, pero hubo un tiempo en que el DeathCore me echaba para atrás por ser un extremismo pasado de vueltas. Pero, oye, le empiezas a pillar el gusto y ahora, lo adoro. Y tengo esa misma sensación con la apertura del disco. Pero hay algo más, hay pinceladas de todo lo extremo regurgitadas con un odio visceral que me estremece.

“Insidious” tiene todo lo que me gusta, acelerones, medios tiempos, una voz que es un pitbull encabronado, unas guitarras que son sierras para los huesos, una hostia al hígado condensada en dos minutos. “Magno Interitus” se aliña con efectos sónicos que le dan una vuelta de tuerca a la canción y una grandilocuencia en los estribillos que conducen a los consabidos beatdowns… Vaya reparto de violencia sónica en menos de diez minutos. Hay algo en la nueva escuela que está pulverizando moldes. A los hechos me remito, porque LORNA SHORE, la gran referencia del género, acaban de reventarlo todo con esa obra maestra grabada en tres actos que se llama “Pain Remains” (Part I – Dancing like flames, Part II – After all I’ve done, I’ll disappear y Part III – In a sea of fire). Si no lo has escuchado, tu vida no tiene ningún sentido. Pues los chicos de CABAL se mueven por la misma senda. Mismo juego, en una categoría justo inferior pero con ganas de comérselo todo a dentelladas. “Existence ensnared” se pasa de brutalidad (que adoro) con esas inserciones de dubstep, pasado de vueltas pero sin caer en lo auto paródico. Me es fácil imaginarme a la gente de la banda escuchando discos de música ambiental para relajarse antes de un concierto, para luego colgarse las guitarras antes de subir al escenario y reventar cualquier sala donde toquen. “Insatiable” no baja ni por un segundo el nivel de desgarro, recuerda que estamos hablando de un trabajo que se llama “la gran decadencia”. Hay mierda y degradación para aburrir. Así que si tu vía de escape es la creación musical, normal que salgan estas burradas. “Blod af mit” aúna a GHOSTEMANE con el metal extremo y así sale el tema como sale: adictivo, sucio, visceral y sicótico. “Exit wound” sigue sin dar tregua, con esos insertos de fondo de pistas pregrabadas, con más metal que una lluvia de hachas. Y a la zaga, le va “Violent Ends”, temas que no llegan ni a los tres minutos, donde la banda carga como un Blitzkrieg y de nuevo lo llevan a un nivel estridente con los insertos electrónicos que, lejos de desparejar tan extraña amalgama, le dan el punto necesario y diferenciador. “Like Vultures” empuja los límites de la resistencia auditiva un poquito más allá y es que para esto hemos venido aquí. “Exsanguination” te empuja hacia “Plague bringer”, una nueva fiesta DeathCore-Rave-Mix-In your fucking face que es capaz de reventarte la poca cordura que te quedaba después de los escasos cuarenta minutos de tortura sónica que supone el “Magno Interitus”.

CABAL también significa camarilla, un grupo de personas unidas en el marco de un proyecto secreto cuyo objetivo es la conspiración. Y tal cual vienen los daneses. O como la obra de Barker, que hace referencia a la ciudad de Midian, la ciudad de los monstruos, donde los pecadores encuentran redención. Y como he dicho antes, estos muchachos vienen a jugar en la misma liga que los grandes. Hambre no les falta.

Puntuación

Nota - 8.5

8.5

Nota

CABAL también significa camarilla, un grupo de personas unidas en el marco de un proyecto secreto cuyo objetivo es la conspiración. Y tal cual vienen los daneses. O como la obra de Barker, que hace referencia a la ciudad de Midian, la ciudad de los monstruos, donde los pecadores encuentran redención. Y como he dicho antes, estos muchachos vienen a jugar en la misma liga que los grandes. Hambre no les falta.

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Un comentario

  1. Cabal, la novela, se tituló en España de igual forma: Cabal. Lo que se tituló Razas de noche fue la película basada en el libro, dirigida por el propio Clive Barker y con el título en inglés Nightbreed. Y sí, Pain Remains I, II y III es la gran obra maestra de este siglo, las tres canciones que llevo toda la vida esperando escuchar. No sé a qué se espera para una reseña.

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