CANNIBAL CORPSE (USA) «Tomb of the Mutilated»
Metal Blade Records, 1992

CANNIBAL CORPSE… sin duda banda pionera en el género death metal (qué tontería poner “vieja escuela” cuando en 1988, año de su formación, el death metal era “death metal” sin más). En sus humildes comienzos nos brindaron esa infame demo autotitulada de 1989 que ya incluía joyas como “A Skull Full of Maggots” o “Bloody Chunks”. Sin duda temazos así llamaron la atención de la ya por aquel entonces poderosísima Metal Blade (es decir, el visionario y cazatalentos Brian Slagel) que acabaron por ficharlos dando lugar al año siguiente a uno de los mejores debuts de la historia del death metal… me refiero a esa joyita llamada “Eaten Back to Life”. Al año siguiente (¿recordáis cuando las bandas solían sacar un LP por año?) se sacaron de la manga un más que digno segundo disco en “Butchered at Birth”, aunque para parte de la crítica no llegó a superar a ese potentísimo debut y, por tanto, no superó expectativas (aunque el tema “Meathook Sodomy” me parece puro arte hecho death metal). Yo la verdad es que estoy de acuerdo y pienso que “Eaten” es un trabajo más sólido.
El tercer álbum, como comenté en una crítica que hice hace no mucho, es mucho más importante de lo que muchos se piensan pues es el que va a cimentar todo el trabajo y va a poner a una banda en perspectiva pues no hay excusas que valgan… ya no se puede pecar ni de juventud, ni de refinar el sonido para encontrar un sound en particular con cierto margen de error… aquí hay que poner la carne en el asador y sacar un disco que profundice en lo mejor de los dos primeros y aportar matices y rasgos de una personalidad bien definida. Estamos en el año 1992 y el quinteto proveniente de Buffalo (que luego y con razón acabó mudándose a la soleada Florida donde acabó cimentándose una de las escenas más inolvidables de death metal del mundo) está hambriento. Si nos fijamos, este año fue un año clave en el death metal con discos que marcaron un antes y un después como el “Legion” de DEICIDE, el “Retribution” de los siempre infravalorados MALEVOLENT CREATION, el “Onward to Golgotha” de los neoyorquinos INCANTATION o el enorme “The End Complete” de OBITUARY. Discos que encumbraron a estas bandas en el olimpo del death metal. En Europa no se quedaron cortos y de ahí salieron por ejemplo el “The IV Crusade” de esa institución imperecedera del death metal llamada BOLT THROWER, el brillante “Utopia Banished” de los icónicos NAPALM DEATH o el maravilloso “False” de los holandeses GOREFEST. Incluso la por aquella época floreciente escena finlandesa nos obsequió con el enloquecedor “Slumber of Sullen Eyes” que todavía goza de “cult status”. Por lo tanto, lo dicho… 1992 fue un año muy prolífico en death metal.
A mi modo de ver, “Tomb of the Mutilated” es fiel reflejo del duro trabajo de la banda desde sus comienzos en 1988 y es el disco en el que logran perfeccionar su sonido y subsanar cualquier aspereza o imperfección que las dos placas anteriores pudieran tener. Para empezar, cuenta con la que probablemente sea la mejor producción de un disco de death metal de la historia. No puedo sacarle un solo defecto. ¡Es perfecta! Densa, sofocante y brutal (sí, brutal de verdad y no como lo que se hace hoy en día ultra-comprimido en plan “brutal death” que la mitad de las veces te quedas igual) con un muro de guitarras pesadísimas y agresivas, un sonidazo de batería increíble con todo lujo de detalles (que lujazo de caja y platos en general), unas voces guturales de ultratumba con el sello inconfundible y personal de Chris Barnes (digan lo que digan algunos, no todos los cantantes guturales de death metal suenan igual y el que no se dé cuenta está más sordo que una tapia). Y ya por último… el bajo de Alex Webster. Lo dejo para el final porque merece mención especial… qué sonidazo. Aparte de que Alex sea uno de los mejores bajistas de metal extremo habidos y por haber (por aquellos tiempos desde luego sin duda alguna), el sonido que se sacó de la manga el señor Scott Burns de los Morrisound Studios de Florida es para quitarse el sombrero. Denso, cañero pero “cálido” y “orgánico” y con muchísimo ataque y prominencia, dando muchísimo juego a las guitarras y complementándolas a la perfección. Scott hasta ese momento había producido unas cuantas piedras angulares del death con excelentes resultados pero la verdad es que con “Tomb” logró algo muy especial.
A nivel individual digamos que cada miembro está al más alto nivel. Para mí los grandes protagonistas son Barnes y Webster. Con una voz tan peculiar e inconfundible como lo fue en su momento la de John Tardy de OBITUARY (antes de que le empezaran a imitar hasta la saciedad), Chris Barnes está intratable con unos guturales agresivos grandiosos (por momentos son como gruñidos pero sin dar la sensación de “herniarse”) con ese sello tan particular. Nunca llegó a volver a cantar así… quizás en “The Bleeding” o ya en otro plano diferente en el debut de SIX FEET UNDER “Haunted” (las malas lenguas dicen que le echaron en parte por dedicar más tiempo a SFU que a CANNIBAL por cierto). Webster se nos muestra como una especie de Steve Harris época “Killers” del death metal. Qué ataque en esa mano derecha a la hora de tocar. Qué líneas de bajo más dinámicas y super elaboradas machacando cada traste hasta la saciedad. Qué saber estar. En fin: Alex Webster. Poco más se puede decir. Las guitarras de Owen y Rusay son excelentes, claro está, y la batería de Mazurkiewicz es exquisita en su ejecución – todo sea dicho.
Ya adentrándonos en el desglose de temas:
«Hammer Smashed Face» es el tema de CANNIBAL por autonomasia en el que todo el mundo piensa cuando se menta al quinteto norteamericano. Y de hecho hay una muy buena razón para esto: es un tema increíble increíble. Un riff de apertura extremadamente pesado y monolítico que suena exactamente como si un martillo enorme te estuviera aplastando la cara de una sacudida. Un solo de bajo corto pero la mar de efectivo que pasa inmediatamente a ser icónico. Muy pocas canciones pueden dar una auténtica sensación de “muerte”, pero ésta es una de esas canciones que te hace estremecer. «I Cum Blood» es un temazo rápido y contiene algunos de los mejores berridos de Chris. «Necropedophile» es para mí un tema muy infravalorado que para mí es de los mejores del disco con un estribillo la mar de pegadizo. «Addicted to Vaginal Skin» tiene una intro escalofriante y luego viene un riff crujiente y electrizante con un trabajo de guitarra y batería ultrapesadísimo. Pero si quieres algo realmente espeluznante, escucha «Post Mortal Ejaculation» alrededor de los dos minutos. Ese parón con esa melodía enfermiza cargada de miseria humana y decadencia moral rociada de gore para parar un tren ponen los pelos de punta. Y luego como colofón ese grito increíble y agónico de Barnes para redondear este pasaje inolvidable de la historia del death metal de todos los tiempos.
Ahondando en el tema de la “evolución”, si escuchas “Tomb” con atención los riffs de este álbum son mejores que los de «Butchered at Birth». Son un poco más técnicos pero sin sonar presuntuosos (y mucho menos sin rayar en el “technical death metal” que a algunos puede llegar a irritar). Todo esto sin perder su sello de identidad y la huella que dejaron en sus dos primeros trabajos. Paul también mejora a la batería en este disco (y la producción tiene que ver con esto claro está). Se le ve más suelto a nivel de platos y les saca mucho más jugo incluso en las partes más rápidas. A nivel voz y bajo lo dicho anteriormente: sublimes Barnes y Webster.
Ya a nivel letrístico… bueno, ¿es CANNIBAL CORPSE, no? No te esperes el “Bed of Roses” de BON JOVI. Por una parte se nota más madurez en el sentido de que van más al grano y no son letras facilonas para espantar viejas. Hay más visceralidad, repugnancia y repulsión. Todas las letras están compuestas por Barnes y están mucho más orientadas al tema de la aberración sexual (al contrario que en los dos anteriores que eran más en plan “arrancar tripas y hacérselas a la parrilla”). En fin, ¡cosas del “gore death metal”! ¡Hallelujah!
Los hay más cañeros. Los hay más rápidos. Los hay más bestias. Los hay más gore y sangrientos. Pero ésta es la banda genuina que dio lugar a todo un subgénero del death metal que hoy se sigue practicando y venerando. Toda una institución en su propio estilo y concepción del death metal, CANNIBAL CORPSE nos brindaron en aquel mágico 1992 una auténtica piedra angular que tirando de su discografía sólo puedo comparar con “The Bleeding” a nivel de madurez, destreza y calidad. Sofocantes, brutales, pesadísimos, siempre controvertidos y polémicos y sin apastelarse ni una pizca durante más de 30 años… CANNIBAL CORPSE son como las lentejas. Ellos desde luego a estas alturas no van a cambiar para ganar fans o amoldarse a los nuevos tiempos. ¡BLEEEERGH!
Puntuación
Nota - 9.4
9.4
Nota
Los hay más cañeros. Los hay más rápidos. Los hay más bestias. Los hay más gore y sangrientos. Pero ésta es la banda genuina que dio lugar a todo un subgénero del death metal que hoy se sigue practicando y venerando.