Críticas - Clásicos

CARCASS (GBR) «Heartwork» (Earache Records, 1993)

Por Daniel Gallar

Cuando los tres grandes indiscutibles del grind británico (CARCASS, NAPALM DEATH y BOLT THROWER) comenzaron su andadura a mediados de los ochenta la escena metal tomaría un cambio de rumbo bastante radical y nunca volvería a ser la misma… ese grado de brutalidad hasta aquel entonces nunca vista a su vez daría lugar a muchos otros estilos igual o más brutales en los años venideros como todos sabemos. Aunque si nos ponemos 100% técnicos el grind surgió del hardcore más que del metal, y, si se me apura del punk más corrosivo. Era cuestión de tiempo que estos estilos se mezclaran para dar lugar al infame género del grindcore y hermanar a los fans de lo extremo.

Dicho lo cual, dependiendo de con quién hables claro está, el cuarto trabajo de los incombustibles CARCASS «Heartwork», que salió en octubre de 1993, puede pasar de ser una obra de arte casi vanguardista a una aberración. Es cierto que su sonido cambió notablemente en cada álbum… «Reek of Putrefaction», el debut, a pesar de ser un LP pionero en el grindcore (o «grindgore», como muchos le llaman), era como mucho un álbum decente sepultado bajo una pésima grabación (la primera vez que lo escuché de niño pensaba que la cinta que me habían prestado estaba jodida, no es broma). «Symphonies of Sickness» nos ofreció a unos CARCASS que lograron perfeccionar el grind (aunque para el que escribe estas líneas el mejor disco de grind habido y por haber es el «World Downfall» de TERRORIZER). «Necroticism» sin embargo es el álbum con el que sin duda empezaron a coquetear con el death metal, y de qué manera. Los críticos adoraron este disco y les aportó una nueva legión de fans (aunque a su vez perdieron un buen número de viejos fans por alejarse tanto del grind y haber añadido un enfoque más melódico a su sonido). Con «Heartwork» podemos decir que se convirtieron en unos de los grandes pioneros del género melodeath — o death metal melódico, se entiende. Como el legendario Bill Steer dijo en una entrevista hace muchos años filosofando acerca de «Heartwork», «tocar a mil por hora ya no aportaba ningún tipo de novedad». Y ahí dio en el clavo en mi opinión. Para «Heartwork» ralentizaron los ritmos, añadieron excelentes melodías, guitarras más pulcras, limpias y cuidadas, y hasta Steer dejó de aportar sus guturales con lo que Jeff Walker pasó a hacerse cargo de todas las voces con sus gritos rabiosos y desgarrados.

Otro tema a destacar que ayudó sobremanera en este cambio de sonido fue sin duda la producción, claro está. La producción de «Heartwork» es una maravilla. Cañera, densa, compacta, tratando con exquisitez las guitarras. Otra obra maestra de Colin Richardson. Se puede oír cada nota de esa muralla de guitarras que te harán menear la cabeza hasta que te duela el cuello, ese bajo de Walker que, aunque simple, está ahí y se «percibe» y «llena» las canciones y ya por último la batería de Ken Owen suena grandiosa. La voz de Jeff también está muy conseguida dando mucha fuerza con ese tono rasgado y furioso. Se trata en definitiva de un disco que suena mejor que muchos discos que salen hoy en día.

De alguna forma, cuando pienso en «Heartwork» no puedo evitar pensar que el metal extremo puede ser «bonito» o «bello». Sí, es lo que me viene a la cabeza cuando escucho esta placa. «Buried Dreams» es un tema precioso con esos riffs melódicos y casi majestuosos. «No Love Lost» es un corte increíble con devaneos tirando al thrash y una pizca de death ‘n roll como preludio a lo quedaba por llegar en años venideros. El title track es una fusión absolutamente perfecta de guitarras suculentas, solos de ensueño y una actitud thrash excelente. «Carnal Forge» es un tema muy cañero que recuerdas a los antiguos fans que habrán cambiado el sonido pero no se han apastelado un ápice. Quizás la segunda parte del disco pierde un poquito de fuelle en un par de temas… «Embodiment» suena un poco más torpona y sería sin duda el tema de relleno del álbum. «Blind Bleeding The Blind» es un buen tema típico carcassiano aunque puede aburrir con el tiempo. «Doctrinal Expletives» sin embargo cuenta con solos excelentes y es en general un muy buen tema con mucha fuerza. Y qué se puede decir de «Death Certificate», una auténtica joya del death metal lo mires como lo mires con riffs bestiales y ritmos casi galopantes. Otros dos temas excelentes son «This Mortal Coil» y «Arbeit Macht Fleisch».

En mi opinión, «Heartwork», aparte de ser un disco clave en la historia de CARCASS, siempre quedará en el recuerdo como uno de los álbumes más influyentes en el estilo melodeath y que, si se escucha con mucha atención, ya dejaba entrever que el próximo disco «Swansong» sería tirando al estilo «death ‘n roll» (un estilo que puede no ser del gusto de todos). Heartwork» mezcla con absoluta maestría el death metal, el melodic death metal, el grindcore, el heavy metal (esos solos de Michael Amott te harán enloquecer) y ya se pueden apreciar toques de death ‘n roll que por supuesto desarrollarían a la perfección en su siguiente disco «Swansong» (un LP muy incomprendido a día de hoy). En definitiva: ¡INDISPENSABLE!

«No love lost
When all is said and done
There’s no love… loooost!!»

Nota - 9.3

9.3

Nota

En mi opinión, "Heartwork", aparte de ser un disco clave en la historia de CARCASS, siempre quedará en el recuerdo como uno de los álbumes más influyentes en el estilo melodeath y que, si se escucha con mucha atención, ya dejaba entrever que el próximo disco "Swansong" sería tirando al estilo "death ‘n roll" (un estilo que puede no ser del gusto de todos).

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