[CRITICA] HAMLET (ESP) «La ira» CD 2015 (Maldito Records)
Autor: Lluís "DiMu" García
La banda madrileña HAMLET vuelve a la carga con su nuevo trabajo discográfico, el undécimo disco de estudio en su carrera (ahí es nada), en el que Molly, Luis y los suyos nos presentan el que, para un servidor, es uno de los mejores álbumes que han grabado en los últimos años, con el sello característico del grupo intacto, y, con perdón, una mala ostia que el título elegido de “La Ira” no podría describir mejor. Ha llovido ya mucho desde que publicaran el excelente “Revolución 12.111” pero mantienen el carácter desgarrador que tanto nos gusta ver (y escuchar) en cada nuevo lanzamiento, como si los años no pasaran para ellos, o, como en el caso de los buenos vinos, mejoraran con el tiempo.
“Lamento” es un corte perfecto para abrir un disco (y más que probablemente su actual gira), con una tralla y un Molly dejándose la voz hasta desembocar en un estribillo que podría estar perfectamente en una de mis obras más queridas del grupo como es “Syberia”. “Imperfección” significó la presentación en sociedad del álbum que nos ocupa y bien seguro se convertirá en uno de los imprescindibles de sus shows en vivo, con una base muy machacona y con un Paco jugueteando con sus baquetas como si se tratara de un niño con un juguete nuevo. Pero si hablamos de imprescindible, la que mejor encaja en esta definición es sin lugar a dudas “Mi Religión”, 100% HAMLET a nivel tanto musical como lírico, todo un nuevo clásico, y sino al tiempo. Aunque he de reconocer que tengo una debilidad especial por “Ser o No Ser”, una canción con una estructura muy similar a la inmortal “El Color de los Pañuelos”, especialmente por esa línea de bajo de Álvaro, y un increscendo que te golpea sin concesión en la cara con la dupla guitarrera que conforman Luis y Ken, en un riff bestial a medio tema que hará las delicias de todos los que disfrutamos del sonido del grupo.
“Salvación” engaña con ese inicio tan denso y pausado que se convierte casi sin aviso en una apisonadora metálica en la que Molly vuelve a demostrar de lo que es capaz, al igual que en “Nadie Más”, en la que cambia sin despeinarse de su registro más rapero marca de la casa hasta escupir esos guturales tan característicos que liberan sus cuerdas vocales. Y si antes hablábamos de clásicos instantáneos, “Ciudad de Dios” estará casi con toda seguridad entre ellos como ya nos adelantaba Luis en una reciente entrevista que tuvimos ocasión de hacerle en la capital, y que esperamos compartir con vosotros muy pronto. Tema poderoso, con una letra muy ácida y un sonido que comenzaron a explorar en trabajos como “Insomnio” o su disco homónimo “Hamlet”, conocido por todos como el disco negro. “Sin Tiempo Que Perder” nos muestra el lado más melódico en ciertas líneas de guitarra aunque se mantiene fiel al sello HAMLET a lo largo de su desarrollo.
No os dejéis engañar por la introducción de “Miseria”, la calma que precede a la tormenta que se desencadena sin ningún tipo de concesión y que encajaría sin ningún problema en el sonido de “Sanatorio de Muñecos”, recientemente remasterizado y del que os recomiendo su escucha, que nos permite redescubrir una auténtica joya. Al igual que ocurre con “Irreductibles”, rozando la esencia del Death Metal con una violencia que le imprime al tema la endemoniada base rítmica de Álvaro y Paco, y las afiladas guitarras de Luis y Ken, explotando en un estribillo muy potente. Y tras uno de los mejores temas del disco, éste se cierra “oficialmente” con “Niega”, para que negarlo, un buen tema que vuelve a tontear con todos los registros y estilos posibles que tienen lugar en el sonido de la banda de Madrid y que hace justicia al excelente trabajo que se han currado, una vez más, estos chicos.
Como curiosidad, ponen el broche de oro las bonus tracks “Testificar” y “Me Olvidaste”, que podrían tener cualquier otro lugar en la ubicación del disco sin ningún problema. Así pues, en resumidas cuentas, si con “Amnesia” HAMLET dio la bienvenida a la nueva década de forma más que notable, “La Ira” es un escalón más en su larga trayectoria dentro del metal patrio, y un excelente debut con su nueva discográfica MALDITO RECORDS, muy compacto, mezclando lo mejor de cada etapa de su sonido, unas gotas de más mala leche como en los viejos tiempos, y una madurez que les permite seguir creciendo. Y que así sea por muchos años. No es que hayan vuelto, porque siempre han estado ahí, pero un grupo que lleva en activo la friolera de casi treinta años a este nivel merece todo mi respeto y cariño, y debería contar con el de una industria que en demasiadas ocasiones les ha dado la espalda. Por suerte, sus seguidores les sigues siendo fieles y Molly y compañía se encuentran actualmente de gira, lo que nos permitirá disfrutar (¿al completo?) de todo lo que este nuevo episodio musical nos tiene que ofrecer. No os los perdáis si tenéis la ocasión porque os puedo asegurar que merecerá la pena.