[CRÍTICAS] ASCENDOR (MLT) «Drive my demons away» CD 2015 (Autoeditado)
Por: Carlos Bermejo
Segundo larga duración titulado “Drive my Demons Away”, del combo procedente de Gozo (Malta) formados en 2011 ASCENDOR, que salió al mercado el 18 de abril de 2015, optando como en su álbum debut por la autoedición.
El trabajo tiene una duración total de cincuenta minutos, repartidos en ocho cortes, que podríamos catalogar a grandes rasgos como Thrash Metal moderno, progresivo, pero con una sólida base de Thrash old school, cortes que por lo general son medios tiempos con una calidad técnica envidiable y unas fases atmosféricas que casan con su parte progresiva a la perfección.
La portada ha sido realizada por su frontman Steve Muscat y la grabación es obra de su guitarrista Andy Fava, la producción ha corrido a cargo de la propia banda y el último proceso, la masterización ha sido realizada por Steve Lombardo, logrando entre todos un sonido perfecto para el disco y para estilo que ofrece la banda.
El disco comienza con, “Fear of God”, para mí la canción más completa del disco, donde predomina el bajo de Blasio Muscat y la mezcla de ritmos machacones con fases más progresivas, lo cierto es que es la línea general de trabajo, pero en los cortes más largos como “Drive my Demons Away” y el que cierra el álbum “Turn Water to Blood” con más de once minutos de duración, puede llegar a hacerse larga su escucha.
“At the Gates” es un corte principalmente progresivo, así se observa desde su inicio, en el que además, las melodías de guitarra unidas a la desgarradora voz de Steve Muscat le dan un toque atmosférico a una gran composición.
Con “Where Angels Lay to Die” y “With Broken Wings” continua ese Thrash machacón, muy bien ejecutado, destacando en la primera de ellas el comienzo Thrash’n’Roll desenfadado, algo que sorprende agradablemente, y en la segunda destaco las partes rápidas por el simple motivo de su escasez en el global del trabajo.
En “War Inside my Head” encontramos el tema más corto del disco y es tan bueno o más que el que lo abre, quizás sea la composición más simple del álbum, pero es directa, sin rodeos, ritmos pesados y estribillos potentes con la ayuda de los timbales de Paul Formosa hacen de él una gran canción sin duda. “In the Hangman’s Shadow” sigue con la tónica general del álbum en el que podemos destacar el aire oriental de las melodías y su parte final en la que deciden, acertadamente, pisar el acelerador.