Autor: Lluís "DiMu" García
KAMELOT vuelven a la carga tres años después del lanzamiento de su último LP “Silverthorn”, primero tras la marcha de su vocalista clásico Roy Khan, que si bien supuso cierta continuidad en su estilo de Heavy/Power Metal de corte más clásico, significó un nuevo comienzo para la banda originaria de Florida formada por el guitarrista Thomas Youngblood hace ya la friolera de casi 25 años (¡cómo pasa el tiempo!). Tras un inicio musical mucho más cercano al Progressive Metal en sus primeros álbumes como “Eternity” y “Dominion”, y un rollo más Power que comenzaron a explorar sobretodo a raíz de “The Fourth Legacy”, año tras año y trabajo tras trabajo, han ido incorporando a su sello personal una pincelada oscura, de tintes góticos, y una capacidad para las crear grandes melodías y bellas baladas, que han terminado por definir su sonido tan característico.
De esta forma llegamos a este sobresaliente “Haven”, que supone la confirmación del cantante sueco Tommy Karevik al frente de la formación, y de que forma. “Fallen Star” abre esta nueva obra con un dulce dueto formado por la preciosa voz de Tommy, que llega a nuestros oídos casi como un llanto de alguien anhelando la pérdida de un gran amor, fundido con los teclados de Oliver Palotai. Sensibilidad lírica y musical que nos sumerge en la melancólica belleza que desprende cada tema del nuevo disco. “Insomnia”, primer sencillo, contiene una base muy potente que nos arrastra hasta el estallido de su adictivo estribillo que bien seguro sonará bien alto en sus futuros (y presentes) conciertos. Una fábula futurista que sube el nivel del álbum. Quizás en ese sentido “Citizen Zero” no sea tan fácil de digerir de buenas a primeras pero su épico momento álgido acompañado de grandilocuentes coros harán las delicias de más de uno.
“Veil of Elysium” se dejó escuchar hace un tiempo como avance del disco, algo completamente lógico tras su escucha, pues se trata de un tema 100% KAMELOT con esa línea de guitarra genuina de Thomas Youngblood, un doble bombo prácticamente continuo y ese estribillo tan marca de la casa, que una vez te atrapa es imposible desprenderse de él y canturrearlo una y otra vez, en la línea de míticos íconos de la banda como pueden serlo “Forever”, “Center of the Universe” o “When the Lights are Down”. Si además le añadimos una letra de un dulce romanticismo como marca la tradición ya lo tenemos todo. Aunque si hablamos de romanticismo que mejor ejemplo que “Under Grey Skies”, en la que las preciosas voces de Tommy y Charlotte Wessels de DELAIN, se abrazan arropadas entre los arpegios de la guitarra acústica de tintes folklóricos de Troy Donockley (NIGHTWISH). Cerrad los ojos y dejaos llevar por su intenso ritmo increscendo … hasta la llegada de “My Therapy”, compacta, con riffs de guitarra solidos y una sobresaliente labor vocal, de nuevo. Hay que ver lo bien que le ha sentado al grupo la llegada del sueco, sin duda, han dado en la diana.
Tras la breve introducción de “Ecclesia” llega el turno para la faceta más sinfónica de estos músicos con “End of Innocence”, que perfectamente podría estar en cualquier trabajo de WITHIN TEMPTATION, con lo que podéis haceros una idea de cómo suena. No es de mis favoritos del álbum pero tampoco desentona ni baja demasiado el nivel general del mismo a pesar de que no tenga la brillantez de otros. Y para ejemplo un botón, con “Beautiful Apocalypse”, que si bien quizás no es uno de los más accesibles en su primera escucha, es una canción que va creciendo lenta pero decididamente en nuestro interior gracias a una base realmente contundente, a medio tiempo, pero no a medio gas, y una estructura compositiva muy elaborada con un riff de guitarra cañero y un estribillo con una desbordante melodía vocal. Poco que escribir sobre la excelente “Liar Liar (Wasteland Monarchy)”, en la que todos y cada uno de los miembros de la formación están a su mejor nivel, con un puente de gran delicadeza sonora y un clímax que estalla en un estribillo magistral, de lo mejor del disco, complementado con los protagonismos alternos de guitarra y teclado y las voces finales en las que se fusionan la garra de los guturales con la melosidad de las líneas femeninas. Sencillamente una obra maestra.
Por desgracia nos acercamos al final y “Here’s to the Fall” se convierte en la segunda balada del álbum, aunque esta vez con un registro muy distinto, navegando entre los derroteros de un musical teatral, en la que el teclado de Oliver y la voz de Tommy hacen todo el emotivo (gran) trabajo. Lo he dicho en repetidas ocasiones y no me cansaré de hacerlo, y es que estamos ante uno de los mejores cantantes de la escena metálica actual. Y sino me creéis escuchad “Revolution” y dadme vuestra opinión. Sin discusión la canción más dura de todo este nuevo trabajo, con una desgarradora base sonora a cargo del bajo y la batería de Sean Tibbetts y Casey Grillo, respectivamente, con la colaboración de la excepcionalmente bruta voz de Alyssa de ARCH ENEMY, poniendo la guinda a un delicioso pastel. Caña, velocidad y poesía musical antes de los últimos estribillos que nos dejaran aturdidos, exhaustos ante lo que acabamos de disfrutar, en una jugada similar a la que supuso “March of Mephisto” hace ya unos años. Bajamos el telón de “Haven” con la instrumental pieza que da nombre a toda la obra, y que nos permite volver al estado de calma con la que comenzamos su escucha una hora atrás. KAMELOT se han marcado una obra magnífica a ritmo de cuento postapocalíptico que se sitúa entre lo mejor, sino el mejor, de su discografía. Ojalá los podamos ver pronto en directo por nuestro país. Hasta que tengamos dicho privilegio, saboread cada segundo de este maravilloso regalo.
