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Por: Daniel Ureña Cruz
Hay países desde los que es cuanto menos curioso ver aparecer bandas, y todavía más con una notable calidad y un estilo tan concreto como es el metal extremo. No digo que no exista cultura musical en esos territorios, sino que es extraña su visibilidad, quizás por esa aberrante concepción eurocentrista que poseemos y que, en multitud de ocasiones, nos nubla la vista. Este es el caso de los jóvenes VOICE OF THE SOUL, procedentes de Kuwait pero con sede en Dubai. Más que una banda, VOICE OF THE SOUL es un proyecto curioso de fusiones sonoras que lleva dando guerra desde finales de 2007 gracias, en origen, a la mente prodigiosa de dos menores, Kareem Chehayeb (17 años) y Monish Shringi (16 años), cuya primera grabación (un EP) llevó como título “Winds of Apprehension”. La banda toma el nombre, como todo aficionado al death metal sabrá, del sexto tema del álbum “Sound of Perseverance” de DEATH, en realidad grabado durante las sesiones del plástico “Symbolic”, tal y como Chuck Schuldiner declaró en 1999 en una entrevista.Si hay un combo definitorio que aglutine este álbum ese es la de la dualidad dureza / experimentación. Y es que “Catacombs” reúne ambos conceptos en su sonido, comenzando con ritmos progresivos cercanos al death metal para pasar, aproximadamente a mitad de la longitud del disco, a un sonido más cercano al metal progresivo de corte experimental, con temas donde el tempo desciende considerablemente. Podemos decir que el disco mayoritariamente es un largo progresivo donde las voces guturales y distorsiones engañan al oído, haciendo parecer que nos enfrentamos a un plástico de death metal, cuando nada está más lejos de la realidad.
El trabajo comienza con “Desolation”, una intro de corte tranquilo que anticipa en su recta final la tormenta a la que nos vamos a enfrentar durante el resto del álbum. De corte melancólico al más puro estilo old school death metal sirve de puerta a “Perpetual Deception”, un corte en la línea del black-death, potente y con mucha fuerza, aunque a medio camino pierda ese fuelle inicial para tornar a un sonido más pausado y melódico, siempre con unos guturales de gran calidad. “Pendulum” es un tema ideal para analizar de manera clara los elementos progresivos presentes en VOICE OF THE SOUL, con ritmos y tiempos entrecortados que dotan a la canción de una gran solidez, gracias en gran parte al protagonismo tan importante que el bajo posee. Con “Quarantine” se produce un giro comercial justamente al inicio del tema, con teclados sobre un doble pedal a metralleta. Es el corte más progresivo del largo y, por tanto casi de carácter urgente, instrumental. Siguiendo la senda de este último encontramos “Cold Rupture”, un corte con pianos y música ambiental, voces limpias, tempos lentos progresivos, lo que junto a diversas pinceladas de post-rock se erige como el mejor tema del disco, solo igualado por “The Mist”, con retazos que recuerdan incluso a PINK FLOYD.
Con “Perdition” continuamos con la estela ambiental, aunque en este caso pronto se torna hacia ritmos donde el doble pedal lleva las riendas sonoras, introduciéndose incluso ritmos electrónicos. En este corte las bases progresivas se advierten sobre todo en los riffs de guitarra. Como contraposición al resto de temas hasta este momento, “Defiled” se establece como el corte más simple del disco, muy en la línea musical de bandas de metal moderno, aunque en su sección central aparezca una línea musical de carácter cuasi fúnebre. Sin lugar a dudas es uno de los temas mejor compuestos del plástico.
Como cierre tenemos “Images Subside”, una canción con ritmos épicos y setenteros, que recuerdan ligeramente a BLACK SABBATH, donde las voces limpias son el factor principal. En definitiva, nos encontramos ante un disco que merece la pena escuchar con detenimiento, un álbum que ha servido para demostrar que el sonido de VOICE OF THE SOUL se ha pulido desde sus dos anteriores trabajos, lo que ha dado como resultado un trabajo lleno de matices: death, ambiental y progresivo, por encima de otras posibles etiquetas. Para fans de CYNIC y OPETH.
