[CRÓNICAS LIVE] DEATHCRUSHER TOUR – Sala Santana 27, 28.11.2015 Bilbao (HFMN Crew)
Crónica: José Mora Álvarez | Fotografías: Jaime García (Photolive)
Fecha marcada en cientos de calendarios desde hacía meses. Era sin lugar a dudas la gira de metal extremo del año y todo fan del género afincado en la zona norte de España la tenía en mente. Era sábado, en una de las mejores salas de Bilbao, no había grandes coincidencias con otras giras y hablábamos acerca de un cartel formado por cuatro auténticas leyendas del metal extremo clásico como son CARCASS, OBITUARY, NAPALM DEATH y VOIVOD. Era apostar a caballo ganador sí o sí. La gente de HFMN productions se llevaron el gato al agua al traer el Deathcrusher tour a la península ibérica, y el público estuvo a la altura: las redes sociales llevaban semanas en ebullición, se fletaron autobuses desde Asturias y otras zonas del País Vasco para el evento, y el petazo de público que presentó el tour en sus tres fechas españolas confirman que este tipo de giras funcionan, y mucho.
Los suizos HEROD tuvieron la suerte de ser la banda invitada para abrir cada noche del Deathcrusher tour. Estos desconocidos jugaron con el hándicap de, a priori, no practicar un estilo demasiado similar al del resto del cartel, más situado en el espectro del metal extremo “old school”. Muchos ni se habían enterado que tocaban, pero los cierto es que este cuarteto (en formación de dos guitarras de ocho cuerdas y sin bajista) ofrecieron un show muy competente con su propuesta a medio camino entre el post metal de bandas como Neurosis o Cult of Luna y el sludge más experimental. El sonido acompañó, y sus treinta minutos de show sirvió para ir calentando el ambiente ante una Santana 27 que aún contaba con menos de medio aforo. Algunos los ignoraron, pero otros les seguiremos en el futuro.
Tras ellos, los canadienses VOIVOD tomaron escena y quedó claro que por desgracia su nivel de popularidad en España no está a la altura de lo influyente, original y arriesgado de su propuesta. Su experimental y progresivo thrash no es plato para todos los públicos, pero los que somos fanáticos de la banda eramos conscientes de lo que el cuarteto puede hacer sobre las tablas. Con un buen repertorio teniendo en cuenta las limitaciones de tiempo con las que contaban, Voivod hicieron gala de su nivelazo técnico al desgranar unos cuantos clásicos como “Tribal convictions”, la inicial “Ripping headaches”, la pegadiza “The prow”, el nuevo corte “Forever mountain” (editado en un reciente Split con Napalm death), o la inevitable “Voivod” para cerrar el show. No faltó el emotivo momento de recordar a su clásico guitarrista y mente pensante durante más de 20 años, “Piggy”, así como el de presentar a su nuevo bajista “Rocky”, que parece llevase años tocando con ellos por lo compactos que sonaron. Se echaron en falta un montón de temas, pero con los cuarenta minutos con los que contaban poco más se podía hacer. Los necesitamos en un tour como headliners por España más pronto que tarde. Tremendos.
Para cuando NAPALM DEATH tomaron el escenario, la Santana 27 ya presentaba un aspecto buenísimo. Los padres del grindcore gozaron de una muy buena recepción popular, y aunque el sonido y el concierto en si fue bastante caótico y embarullado, sus acólitos quedaron más que satisfechos con el habitual dispendio de violencia del que hacen gala los de Birmingham. Con el frontman Barney Greenway tan comunicativo y cercano como siempre, la banda no dudó en presentar unos cuantos temas de su nuevo redondo “Apex predator” así como un puñado de clásicos con los que arrancaron los primeros pogos multitudinarios de la noche. Aunque es cierto que se echa un poco de menos a Mitch Harris a la guitarra y voz (alejado temporalmente de la banda por cuestiones personales), su sustituto (del cual no he conseguido confirmar identidad) cumple con su cometido con facilidad. No faltaron las concesiones al mítico “Scum” en forma de “Siege of power”, la propia “Scum” o la estelar “You suffer”, así como al “Harmony corruption” a cargo de “Suffer the children”, o la inevitable versión de Dead Kennedys “Nazi punks fuck off”. Cuarenta minutos de pura agresión que, si bien fue lo más flojo del día a nivel técnico y de sonido, sí que cumplió a la perfección con su cometido de demostrar que Napalm Death no se han olvidado de repartir la caña más inmunda y punkie del mundo.
Con una Santana 27 ya totalmente llena de metalheads, los americanos OBITUARY se erigieron como vencedores de la noche con su aplastante show. Los maestros del medio tiempo death metalero, gozaron del mejor sonido de la noche: gordo, rocoso, analógico, clásico y mórbido. La actitud: innegable. La banda de los hermanos Tardy demostraron que no hacen falta blastbeats a toda trapa o riffs y solos a una velocidad endiablada para ser los más extremos del lugar. Un muy buen repertorio, con mucha referencia al clásico “Slowly we rot” (“Til Death”, “Bloodsoaked”, “Intoxicated” así como la propia “Slowly We Rot”), un par de ellas del “Cause of death” (“Dying” y “Find the Arise”) así como otros cortes más modernos como “Centuries of lies” o la instrumental “Redneck stomp”, con la que abrieron el show. Se ganaron al público de forma casi unánime. Unos cincuenta minutos de concierto en el que quedó claro que estos rednecks no han perdido ni un ápice de contundencia con los años. Letales.
No cabían dudas de que para la mayoría del público, CARCASS eran el principal reclamo de la noche. Desde su reunión, el grueso de sus actuaciones estaba teniendo lugar en festivales, por lo que disfrutar de esta leyenda del metal extremo en las distancias cortas de una sala era un caramelo que casi nadie quería perderse. Con un muy buen sonido y una puesta en escena bastante cuidada en cuantos a medios, Carcass basaron buena parte de su show en temas de su álbum de reunión “Surgical Steel”, lo cual evidencia que creen en lo que hacen y que ésta no es una reunión por el revival nostálgico puro y duro. Con los clásicos como “Corporal Jigsore Quandary”, “Exhume to Consume / Reek Of Putrefaction”, “This mortal coil” o la inevitable “Heartwork” la Santana 27 se volvió literalmente un caos. A nivel instrumental, certeros, intachables y directos a la yugular. Jeff Walker no paró de bromear con el respetable en todo momento, demostrando que lo de ser un gran frontman no se le ha olvidado con los años. Mención especial para la pareja de hachas Bill Steer y Ben Ash, que estuvieron conjuntados y afilados durante todo el concierto. Al acabar el show, había un cierto cruce de opiniones entre sus fans. Algunos salían encantados y magullados tras la brutal descarga del cuarteto británico, y otros más contrariados por la excesiva inclusión de temas nuevos en el repertorio en detrimento de material clásico. De lo que no cabe duda es de que Carcass siguen siendo una engrasada máquina de death-grind sobre las tablas y que, disfrutar de ellos en sala es un lujo que esperamos se repita más de vez en cuando si continúan con una actividad discográfica periódica.
Muy buena noche de metal extremo la que nos deparó la parada bilbaína del Deathcrusher tour. Una conjunción de grupazos de esas que no se ven todos los días. Cuatro leyendas vivas del metal, con propuestas muy distintas entre sí, pero todas indudablemente personales e influyentes. No cabe duda de que había sido una de las grandes citas metaleras del año. Los moratones y magulladuras del sonriente personal que abandonaba la Santana 27 eran la prueba fehaciente de ello.
CARCASS
OBITUARY
NAPALM DEATH
VOIVOD
HEROD