EATEN (USA) «Eaten» CD 2018 (Give Praise Records)

Por Jesús Muñoz Caballero

Desde 2010, el combo americano de Grindcore EATEN lleva repartiendo una buena y siempre necesaria dosis de violencia sonora. Después de su E.P debut «Depraved» de 2014, lanzaron de forma independiente su primer L.P homónimo el 23 de junio de 2017. Finalmente, el sello Give Praise Records, después de ficharlos, vuelven a lanzar el Larga Duración anteriormente mencionado. Durante estas esquelas, Necromance os brindará la posibilidad de leer su respectiva reseña.

El line up es: Tim (batería), James (guitarra), Dom (voz).

Tremendo discazo el que se ha marcado este power trio. No solo son impresionantemente fuertes, sino que también consiguen asombrarnos con pinceladas de pesadez extra que le imprimen a las tonadas si la ocasión lo requiere. A su vez, ¿cuántos redondos de este tipo de música habéis oído que os han hecho pensar «no son malos, pero son todas iguales»? Más de uno y más de dos ¿verdad?, pues hermanos, eso aquí no pasa. Básicamente, este humilde redactor no había oído una carta de presentación tan buena desde el «Inhale/Exhale» de los míticos NASUM. Ahí dejo eso.

La producción es tosca pero no absurda, añadiendo un artwork oscuro que le viene como anillo al dedo. Los riffs, son toda una máquina de demolición que destroza todo lo que encuentra a su paso. Los hallamos fluidos,  randilocuentes, a una cuerda y demenciales. Por supuesto, no podría faltar los ramalazos de Old School Hardcore en las seis cuerdas. Ah se me olvidaba, ojo a la vena siniestra. Respecto a los tonos vocales, olvidaos de los asaltos de registros dobles. Aquí solo hay growls y nada más que growls. La batería, como era de esperar va a la velocidad de la luz. Asfixiantes blast beats os dejarán sin aliento, mientras que los up tempos os patearán la caja torácica. Por si esto fuera poco, y como comentaba unas líneas más arriba, adjuntan pinceladas de contundencia más propias del Doom Metal que de este estilo.

Personalmente, destacaría «Religion Discomfort» y «Universal Plague» por las siguientes razones:  «Religion Discomfort» es peligrosamente intensa a la par que punzante. La culpa de que tenga estos atributos la tiene unas «hachas» terriblemente adictivas y estridentes. Si buscáis algo de oscuridad, la final «Universal Plague» os satisfará por completo.

No sé si es que mi adicción a la celeridad hace que disfrute de estas propuestas el doble, o es que son buenos con avaricia. En cualquier caso, no creo que ningún seguidor de los «ruidos» más radicales quede decepcionado con este redondo. Sin duda, estarán en mi Top Ten a finales de año.