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Qué difícil es dar con las palabras cuando uno sabe de antemano que los mallorquines HELEVORN gozan de mayoría absoluta por méritos propios. Desde el fanzine más underground a la publicación de gran tirada, ambos coinciden en subrayar sus cualidades, su buen hacer y su grandiosa expresión interna.
Y yo me pregunto, ¿No será que HELEVORN nos están acostumbrando al caviar? ¿O es que su música brilla al igual que aquellos eclipses que solo pueden disfrutarse una vez cada x años?.. No lo sé, aunque lo que si tengo claro, es que con este disco han conseguido expresarse con un vocabulario musical de indiscutible corrección.
Centrándonos en ese detalle, considero “Compassion Forlorn” superior a “Forthcoming Displeasures” y no porque las canciones sean mejores, sino porque desprenden mucho más carácter de banda completa, con muchos más matices en composición y arreglos, y con mucha más convicción a no dejar morir ni un segundo de sus canciones.
Esos detalles empiezan a materializarse desde la inicial “The Inner Crumble” al unísono que su currículum creciendo de menos a más y logrando llenar cada uno de sus surcos con la naturalidad que solo la experiencia adquirida con los años te puede dar.
Aunque no es solo ese crecimiento en arquitectura y veteranía lo que acaba encumbrando el disco, sino el conjunto global de las ideas plasmadas, el creer firmemente en sus posibilidades y el practicar un género de música que no es más que el que acaba saliendo de la unión conjunta de seis músicos.
La elegida para presentar el disco es “Burden Me” todo un acierto en el que ofrecen los rasgos que en cierta forma los caracterizan, con la misma pegada que por ejemplo “Two Voices Surrounding” aunque claro, elegir una entre tantas, inconscientemente minimiza el concepto de ideas y detalles que nos esperan a raíz de su ambiciosa ejecución.
Formas atrevidas que no solo brillan por incluir un tema como “Els dies tranquils” con las cálidas voces de Lisa Cuthbert finiquitando el disco, sino por darle a su envoltorio final una naturalidad que consigue no cerrarse a un sola influencia específica a favor de un recorrido amplio, variado e incluso atrevido dentro del género por el que se mueven.
En esos detalles creo que podría asomarse la elegancia de este álbum, ya que es un placer ver como “Compassion Forlorn” destaca no solo por sus buenas canciones, sino por su trabajo en equipo. No hay más que dejar sonar el disco y darse cuenta de que aquí cada uno ha dado el máximo de sus posibilidades, desde la gran ambientación aportada por Enrique Sierra, el contraste épico de los coros en “I am To Blame”, el ascendente puente del bajo en “Unified”, o la exploración de Josep Brunet, una vez más ampliando horizontes y atreviéndose incluso con nuevos tonos a cuál más fibrilares en temas como “Reason Die Last” o la primeriza “Looters”. Aportando mucha más soltura en ese campo y alargando incluso mucho más los tiempos de las notas, todo ello despachando una evolución y un aprendizaje constante que queda especialmente reflejado en el mimo de las voces limpias.
Otro aspecto a mencionar, sin duda sería las labores ya conocidas de Jens Bogren al timón del sonidazo que aquí se respira, la aportación de Pedro Zubiri, la citada colaboración de Lisa Cuthbert y así hasta llegar hasta el último matiz que les cede una comunión elogiable en la unión de cada una de las presentes aportaciones.
Llegados a este punto, que nadie se extrañe si en el interior de estas líneas no figuran las comparativas ni se mencionan las tediosas influencias, que las hay, aunque créanme, esta vez mucho mejor minimizadas y cediéndole palabras mayores a la hora de huir de la comparativa fácil.
Un paso impagable y una virtud que dicho sea, quizá en “Forthcoming Displeasures” y siempre enfocado desde la perspectiva personal que a cada uno puede darle el paso del tiempo, no fructificó con tanta contundencia y libertad a la hora de dar pie a señalarlos con nombres y apellidos.
Y con ese mínimo e insignificante detalle, HELEVORN no solo consiguen sonar personales y a la vez revalorizar su contenido interior, sino que inician una base estilística más madura y trabajada que consigue cubrir con creces el único agujero compositivo por el cual podían perder aire.
En fin, un disco brillante único e irrepetible.
Autor: Xavier Bergada Marquina
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Puntúa este trabajo - 9.5
9.5
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