IVAN (AUS) «Memory» CD 2018 (Solitude Productions)
Por Cesar Luis Morales
Si estudiamos un poquito de teoría musical, veréis que hay una serie de cosas que funcionan muy bien para crear atmósferas en el cine de terror. Ese momento de la película en la cual ya sabes que algo malo va a pasar está precedido de determinadas instrumentalizaciones que ya te meten la desazón en el cuerpo. Por ejemplo, las notas muy graves y los sonidos disonantes, y ya más concretamente, nos metemos en el mundo de las segundas menores o las quintas disminuidas. ¡Aprende y dibuja con Teo!
Para que nos entendamos, podéis escuchar temas simplistas como el de “Rosemary’s Baby” de Krzysztof Komeda (de la película de “La semilla del diablo” de Roman Polanski) o la música de los títulos de crédito de “Halloween” de John Carpenter. Descubriréis que son unas melodías simplistas, cuatro notas repetidas hasta el infinito, pero fácilmente reconocibles y que te meten el mal rollo en el cuerpo.
Pues después de haber explicado esto, ya estáis en el punto de referencia para escuchar a estos terroristas sónicos de IVAN, un par de australianos (¿unos genios o unos locos?) que este año, vía Solitude Productions, nos presentan su cuarto trabajo, “Memory”. ¿Por qué? Porque aquí, los buenos de Brod Wellington (batería, voz) y Joseph Pap (guitarra, voz) se han marcado disco con dos temas, cada uno de los cuales os lleva a través de unos veinte minutos de agónico y arrastrado Funeral Doom. Hay elementos más clásicos de Doom, del sludge e incluso del Drone, pero… Lo que os va a machacar los nervios son los acompañamientos que han metido a base de piano y violín. Y aquí es donde le dan el toque especial y único.
Los dos temas comienzan con unos acordes de piano, tristes, pero hasta agradables, como un nocturno de Chopin. Hasta ahí bien. Le responde el violín con su característico sonido melancólico, derivan hacia una melodía unificada y cuando definen el leitmotiv, es donde entra lo que os indicaba anteriormente de las películas de terror. Llevan esa melodía simplista y macilenta hasta la repetición más exhaustiva. La banda entra a saco con su rollo Funeral Doom, con guitarras aplastantes, los ritmos letárgicos de la batería, la voz que es un growl constante y casi ininteligible. Pero mientras tanto, mientras la música se arrastra como un cadáver saliendo de la tumba, el piano y el violín repiten su melodía hasta el infinito, ad nauseam. Y ojo, que con ello, no quiero decir que sea aburrido. El sonido es un muro por las guitarras, la batería y la voz, pero la monotonía del piano y del violín, repitiendo el mismo motivo una y otra vez, causa una tensión musical que esperas –deseas- que finalice de alguna manera, pero se sigue repitiendo una y otra vez. Estás atrapado en su laberinto musical, todo es igual que en la estrofa anterior que ya has escuchado, y tras la siguiente esquina, sigue habiendo el mismo muro. Giros y más giros, y nada cambia, todo se sigue manteniendo igual, lento y colosal con un golem.
Y eso si no entramos en el tema de las letras. Porque las letras describen unas situaciones de los más pesadillesco: en “Visions” se habla de un ser con pies de cabra que raja el vientre de una parturienta, y de un niño que nace de ese acto que permanece a lo largo del tiempo sin nombre, y… ¡Bueno, lo ideal para una primera cita romántica! Del mismo modo, las letras del otro tema “Time is lost”, siguen la misma pauta, jugando con las referencias y la simbología, perfectamente integradas dentro de la música de IVAN.
Disco este “Memory” no apto para melindrosos. Una buena dosis de Funeral Doom con un toque especial (cortesía del piano y del violín) que los diferencia de otras bandas del género. Recordad la teoría musical expuesta al principio y recordad, la repetición ad nauseam que os va a provocar ese desasosiego. Avisados quedáis.
Nota - 8.5
8.5
Nota
Disco este “Memory” no apto para melindrosos. Una buena dosis de Funeral Doom con un toque especial (cortesía del piano y del violín) que los diferencia de otras bandas del género.