KÄDAVERICO (ESP) «Santa Muerte»
Autoeditado, 2023
Hubo un tiempo, oh, niños y niñas, en que el pirateo era nuestra fuente habitual de obtener aquellos tan deseados e inalcanzables trabajos de bandas extranjeras. Hablamos de la época Napster y, aún más atrás en el tiempo, del intercambio incesante de cintas de casete. De hecho, paradójicamente, existe una relación entre ambos métodos de distribución de música que no deja de provocar cierta hilaridad. Porque fue Lars Ulrich, el batera de METALLICA, uno de los primeros famosos que demandó a la compañía por violación de derechos de autor. ¡Colorea y cágate-lorito con Teo!
Precisamente, Lars. Precisamente, METALLICA. Precisamente una banda que había asentado su base de fans a través del incesante tráfico de su primera maqueta, el “No life ‘til leather” del 82. En aquellos años, aquel primer trabajo embrionario de los americanos rulaba de unas manos a otras. ¿Y qué hacía el metal-head medio en aquellos años? Pues el que tenía una doble pletina en su equipo de música, la grababa en una cinta y se la pasaba a su colega. Y este a su vez, a otro, y así, en un crecimiento exponencial e interminable de tráfico de música. Napster no era otra cosa, si no eso mismo, pero adaptado al mundo virtual de Internet. Y, durante muchos años, debido a la escasez de nuestros ingresos, todos (pero absolutamente todos) nos hemos dedicado a eso mismo: al trapicheo de cintas, a mover y a descubrir la música por el viejo método del boca-oreja y a grabar, regrabar y volver a grabar aquellos casetes. Ahora el acceso a la música está a un simple click de tu ratón o en la pantalla de tu móvil. Pero, entonces, en aquellos años…
De aquellos años, puede que todavía conserve una copia del “Matando Güeros” de BRUJERIA. La anécdota de aquella cinta es que la grabé no sé cuántas veces modificando las ecualizaciones para ver si podía conseguir un sonido decente. Pensaba que me habían pasado una grabación cutre, hecho con una mini-cadena de pésimas condiciones. Pero no, la banda había buscado aquél sonido tan chungo, tan crust, tan amateur… ¡Y me chiflaron aún más! A fecha de hoy, cuento en mi discoteca con una copia original de aquel trabajo. No con la portada original, porque la censura es lo que tiene, pero ¡oye, original, comprobado con mi dinero y con la portada censurada en el interior! De aquellos años fue cuando descubrí mi amor por el Grind, por los sonidos más extremos.
Amor que, a día de hoy, sigue vigente y que hoy se viene a ratificar nuevamente con la escucha del “Santa Muerte” de los KÄDAVERICO. El trabajo abre con el juramento que hizo el padre Ángel Berriartúa en “El día de la Bestia”, el peliculote de Alex de la Iglesia, con lo cual, ya me predisponen positivamente a disfrutar todo lo que venga después. Y “Supercherías” sale a la carrera como un sabueso del infierno en pos de almas trémulas a las que hincar el diente. Sonido corrosivo, guitarras en modo motosierra, ácido y bilis, sin filigranas y enlazando casi sin aliento con “Somos herejes” (y es que “El poder de Cristo te obliga” sampleado que se oye de fondo, sigue poniéndome como una moto). La banda no se anda por las ramas, lo tienen claro: son Grind, son Crust y son herejes. ¡Pues miel sobre hojuelas, todo perfecto! “Un mundo equilibrado” es otro interludio que enlaza con la crujiente “Odio eterno” que pasa como una exhalación, como un exabrupto, como lo que son: una banda que supura odio visceral y misantropía. Y aquí estamos para tomar “La nueva eucaristía” y su continuo ataque anti-clerical (“Reza bastardo que Dios te guía”). Y nuevo interludio para alegrarme el día con “Cucarachas”. Hay que ver lo que cambia una frase de un comercial cuando le metes unos cuantos efectos en el estudio y desarrollas un abrasivo tema con sus múltiples cambios de riffs. Y si tienes alguna dolencia, “El cirujano” que no puede ir más en la línea de los BRUJERÍA: “Yo soy un gran cirujano, destripo cristianos a mano, primero los mato y los corto en pedazos”. Ideal para amenizar reuniones familiares.
“Apocalipsis ahora” es otro gargajo enfebrecido que sigue la misma estela de KÄDAVERICO como banda: un sonido compacto y corrosivo, sin florituras, excesivo en su planteamiento pero ejecutado tal como los músicos lo idearon en sus mentes. Y no, no son mentes enfermas (¿o sí?), simplemente son hijos de su tiempo. Son, tal como reza el título del siguiente tema “Soy un agente del caos” y entre el sampleo que se escucha hay una verdad inherente: que el caos es justo. “En el nombre de Dios” es otra oda a esas buenas gentes que se creen las falacias de la fe cristiana y es que como ellos mismos apostillan: La Biblia está llena de tipos como yo. “El hombre sentencia pactos de muerte” es otra crítica hacia lo que somos, que en los tiempos que corren… ¡Pues imaginaos el panorama, no salimos muy bien parados que se diga! Y para redondear este descenso a los infiernos, nos relatan una bonita historia del “Cromosoma XYY”, una alteración genética que se da en determinada gente y que los provoca un incremento de su agresividad hasta niveles en los que parecen estar dominados por un demonio. Defectuosos hasta para generar un cromosoma de más. Cierran el trabajo con dos versiones: “Time to act!” de NASUM y “A life’s a life” de DISRUP. Bueno, terminar, terminan con un audio del buzón de voz, y en el que tenemos un mensaje del mismísimo Jesucristo, aunque bueno, no parece estar en su mejor momento.
KÄDAVERICO me han retrotraído a aquellos años del pirateo de cintas en los que buscabas un determinado trabajo como si fuese el Santo Grial. Como aquel “Matando güeros” de los BRUJERÍA, pero mejor. Sigue siendo aquel Grindcore bestia, pero con un buen sonido. Sigue siendo odio convertido en música, pero con músicos de dilatada experiencia que ahora, gracias a la tecnología, pueden ofrecer un trabajo profesional y de calidad con pleno control creativo sobre la bestia y sin dar explicaciones a nadie, lo que los lleva a grabar lo que les sale de las vísceras sin tener que dar explicaciones o suplicar a nadie. Y eso, eso se nota muchísimo. Y más en estos tiempos tan turbios en los que nos ha tocado vivir. ¡Santa Muerte nos bendiga!
Puntuación
Nota - 9
9
Nota
KÄDAVERICO me han retrotraído a aquellos años del pirateo de cintas en los que buscabas un determinado trabajo como si fuese el Santo Grial. Como aquel “Matando güeros” de los BRUJERÍA, pero mejor. Sigue siendo aquel Grindcore bestia, pero con un buen sonido.