El grupo estadounidense MISS MAY I vuelven a la carga con su séptimo álbum de estudio, «Curse of Existence». El trabajo ha sido editado por el sello discográfico SharTone Records y compuesto por diez potentes temas.
Formados en Troy en 2007, el grupo está compuesto por Justin Aufdemkampe y B.J. Stead en las guitarras, Levi Benton a la voz, Jerod Boyd en la batería y Ryan Neff al bajo.
Comenzamos escuchando los primeros y potentes riffs de “A Smile That Does Not Exist”, donde las guitarras desbordan fuera por todos lados, uniéndose una voz gutural super agresiva, que crean un conjunto cargado de fuerza, sobre la que se alternan pequeños cortes más melódicos en el estribillo, para jugar con esos altibajos y darnos un tema con bastante profundidad, perfecto para comenzar un trabajo como este.
“Bleed Together” nos abre sin aspavientos, con una increíble conjunción de voces guturales y melodías frenéticas, donde además de la velocidad, nos brindan una potencia abismal, con cortes agresivos que se entremezclan con puentes mucho más melódicos, acompañados de la voz limpia. A pesar de los cambios de ritmo y sonido, el tema no baja la fuerza, al igual que en “Into Oblivion”, a pesar de los juegos de instrumentación y voces, son capaces de darnos un tema super agresivo, que mantiene la potencia muy por encima del resto, con unas composiciones brutales, con estribillos pegadizos, pero que mantienen su esencia. Nos encontramos con partes donde ambas voces se solapan, consiguiendo mucho dinamismo en las líneas de voces, que casan perfectamente con la melodía de cada parte donde suenan.
Acercándonos al final nos topamos con “Unconquered”, que nos abre con unos sonidos mucho más tranquilos, para al momento romper con unas composiciones donde la fuerza es el ingrediente principal, juntando una velocidad frenética con sonidos muy agresivos, donde la batería sobresale por encima de cualquier instrumentación. Son capaces de darnos una buena dosis de potencia y mezclarla con partes melódicas que culminan en un breakdown muy agresivo, una fórmula que les funciona muy bien al igual que en el tema final “Bloodshed”, donde la introducción que mezcla sonidos de fondo y un super agresivo riff, nos da las señales de por donde va a ir el tema final. Mantienen un ritmo constante y agresivo, con menos toques melódicos, pero sí que juegan a bajar algo la potencia del ritmo, para conseguir unos altibajos acusados. Cierran por todo lo alto, con unos sonidos potentes y un riff final que nos deja con un sabor de boca excelente.
Este nuevo disco de MISS MAY I es un trabajo cargado de unas composiciones brutales, donde la fuerza y la velocidad son la base de cada uno de los diez temas que lo conforman, alternando también con pequeñas partes melódicas que se añaden en los estribillos de algunos temas. Ha sido complicado superar su buenos discos anteriores, y con este, en mi opinión, no lo han conseguido; aún así, estamos ante un disco muy potente, con una producción impecable y donde la banda ha sabido hacer las cosas de muy buena manera.
Puntuación
Nota - 7
7
Nota
Este nuevo disco de MISS MAY I es un trabajo cargado de unas composiciones brutales, donde la fuerza y la velocidad son la base de cada uno de los diez temas que lo conforman, alternando también con pequeñas partes melódicas que se añaden en los estribillos de algunos temas.