ORCHID (USA) «The zodiac sessions» CD 2013 (Nuclear Blast Records)
Se venden como los herederos de Black Sabbath cuando en realidad son algo mucho más prosaico: unos imitadores de lujo. ORCHID no solo copian el sonido de sus maestros, sino que sin cortarse un pelo les roban trozos de sus canciones para pegarlos en las suyas. El resultado puede molestar al fan purista de los de Birmingham, pero déjennos decirles que en estos tiempos en que el metal se escinde en miles de ramificaciones un tanto desprovistas del espíritu inicial del heavy, es reconfortante ver que unos músicos jóvenes de Estados Unidos se empeñan en sonar como si hiciera poco que Jimi Hendrix hubiera tocado por su ciudad: sonido metálico pero entendido en la década de los setenta, antes de que Judas Priest se pusieran las tachuelas y crearan una nueva estética visual y musical que luego copiarían, sucesivamente, las bandas de thrash metal, death metal y black metal. Por no hablar de docenas de subgéneros. ORCHID eliminan toda esa confusión de un plumazo, y si “Albatross” recuerda peligrosamente a “Planet Caravan”, y si el inicio de “Into the sun” es el mismo de “Sympton of the universe”, y si “No one makes a sound” nos remite de forma directa a su original “Looking for today” del elepé “Sabbath bloody sabbath”, y si la voz de su cantante la han sacado del registro de Ozzy y el sonido de la guitarra lo han fusilado de Tomi Iommi, pues qué le vamos a hacer. El disco es una reedición del material que la banda grabó antes de ser conocida con su segunda entrega: se trata de “Capricorn”, editado en 2011, su primer larga duración al que se ha añadido el EP de cuatro canciones “Through the Devil’s Doorway” fechado en 2009. Una ocasión dabuti para toparse con un grupo que puede que quede olvidado en poco menos de un lustro, pero que se ha atrevido a cometer la infame herejía de ser unos excelentes imitadores de los que inventaron todo este mogollón del heavy metal y sus derivados.
(Emilio Morote Esquivel)