Por Jesús Muñoz Caballero
El combo granadino de Melo Death Metal PERPETUAL NIGHT lleva repartiendo leña desde el 2012. Finalmente, y tras haber lanzado un par de E.P.s y un recopilatorio, el sello WormHoleDeath les publicó el 27 de abril de 2018 su primer L.P «Anâtman».
El line up es: César Ramírez Rueda (guitarra y voces), Raúl Ríos Beiro (guitarra y voces), Carlos Garrido (bajo).
Es curioso, cuando yo era adolescente, no había demasiadas bandas que despuntaran de Andalucía en cuanto a Metal Extremo. Gracias a Odín, desde hace ya un tiempo, la escena parece ser que por fin está explotando correctamente, ofreciéndonos agrupaciones tan validas como las que hoy ocupa estas líneas. El disco de los de Granada supura tristeza e ira a partes iguales, haciéndonos que nos adentremos en un extraño y desesperanzador universo del cual no podremos escapar. Sin embargo, creo que es necesario comentar que en cuatro de los ocho cortes que conforman este Long Play, la estructuración es demasiado similar. La susodicha construcción se basa en un inicio pausado, donde a partir de ahí se va edificando y desenvolviendo la canción. Al final, a más de uno podría resultarle predecible. No obstante, podéis estar seguros de que el nivel de la banda es altísimo, y que la sensación que deja el plástico es realmente grata.
La producción es nítida y poderosa, añadiendo un artwork inquietante y siniestro. Los riffs, tan enérgicos como melódicos os harán disfrutar sobremanera. Los hallamos fluidos, a una cuerda, sosegados y a doble armonía. Ah, cuidado con los solos. L a lead guitar podría degollaros sin compasión si os descuidáis. En cuanto a las voces, ¿qué os voy a contar? Venga los growls ahí. Eso sí, en la final «Absence of Reality » añaden unos insidiosos coros limpios en segundo plano que les queda genial. Además…. bueno lo siguiente que iba a poner lo leeréis un poco más abajo. No os distraigáis amigos, seguid con la reseña. Respecto a la batería, lo que aquí predomina, incluso se podría decir que de manera casi exclusiva son los mid tempos. La velocidad está con cuentagotas.
Personalmente destacaría «Wild» y «The Howling» por los siguientes motivos: El inicio de «Wild» es todo un vendaval gracias a las seis cuerdas más devastadoras y aceleradas de todo el asalto. A partir de ahí os esperan una buena cantidad de giros. ¡Tremendo temazo! Al termino de «Wild» entra «The Howling, y como se suele decir, «después de la tormenta viene la calma». En la susodicha tonada aciertan de pleno con la inclusión de registros vocales femeninos para intercalarlas con los guturales. Bien por ellos, sí señor. ¿Veis?, os comenté un poco más arriba que debíais seguir con la crítica, y he aquí la razón.
En conclusión, si os gusta el «Metal Muerto Armonioso», no deberíais dejar de pasar la oportunidad de escuchar a estos andaluces. El plástico es loable, y estoy seguro que las próximas entregas serán aún mejores.
Nota - 7
7
Nota
El disco de los de Granada supura tristeza e ira a partes iguales, haciéndonos que nos adentremos en un extraño y desesperanzador universo del cual no podremos escapar.
