Alex DeLarge, el protagonista de “La Naranja Mecánica” basaba su existencia nihilista en dos pasiones: la música de BEETHOVEN y lo que él daba en llamar la ultraviolencia. Tanto el libro de Anthony Burgess como la película de Stanely Kubrick son un desenfreno orgiástico de mala leche y crítica social, aderezado con grandes dosis de sexo, violencia explícita y consumo de estupefacientes. ¡Colorea y aprende con Teo!
Del mismo modo que Alex, pero sin toda esa parafernalia nihilista, soy un gran amante de la ultraviolencia, en concreto, a nivel musical. Cuanto más bruto es el estilo, más mola. Quizá mera curiosidad en comprobar hasta dónde se puede llegar, en ver dónde está el límite de la música y dónde empieza el ruido. PIG DESTROYER llevan en esa senda desde 1997, año en el que sacaron su primera demo. Joer, Scott Hull, el guitarrista, lleva con este proyecto desde entonces, alternando con su otra formación, AGORAPHOBIC NOSEBLEED. “The Octagonal Stairway” es su nuevo EP, publicado por Relapse Records, el sello independiente que es la referencia en el mundillo de la música extrema. Así que, mis queridos drugos, si escucháis a este vuestro humilde narrador, démosle una vuelta al EP.
Abrimos con tema homónimo, desfasado, con velocidad abrumadora, corrosivo, más hardcore que el propio hardcore, más heavy que el propio heavy, un J.R. Hayes voceando desquiciado. En seguida el tema baja de revoluciones pero no de intensidad ni de mala leche. Incluso se permiten un desarrollo un poco más musical para morir en una serie de efectos de programación. “The Cavalry” sigue por la misma senda, pero sin aminorar marcha, desde el segundo uno a toda leche, vomitando mala leche y crítica: no, la caballería no llegará para enmendar la plana, así que, tanto para este tema, como para la situación actual, nadie te va a salvar… Si es que antes de que pueda escribir un par de líneas, los PIG DESTROYER ya se han zampado un par de temas. Reminiscencias de aquellos tiempos de los TERRORIZER y los primeros trabajos de NAPALM DEATH, todo desmesurado, todo exagerado, justo en esa fina línea que separa la música del ruido, abuso sónico… y tanto en este tema como en el anterior, me doy cuenta de que meten sintes y samples desquiciados que le dan otro rollo aún más caótico, pero ¡coño! Musical. ¿Y “Cameraman”? Cada verso es un clavo en el ataúd: maldigo el día en el que nací, el día en el tú naciste, también; u otras lindezas como “soy una sombra actuando como un ser humano”… Breve interludio con “News Channel 6”, sonido pregrabado y nuevo asalto…
“Head Cage” es molesto como le corresponde a PIG DESTROYER, una pista de sonido que, sin ser acelerada, hirviente y furiosa, es malsana y decadente… Y si el tema anterior era una vuelta de tuerca, cierran el EP con “Sound Walker”, contando con Iggor Cavalera. Una pista larga (once minutos) y ya que hablábamos de Alex DeLarge al principio, éste tema es uno de los combinados que tomaba el buen drugo en el bar Korova: leche-plus, leche con synthemesco (mescalina sintética). Así suena, como una versión cabrona, nihilista y macilenta del “One in their Pride” de los CELTIC FROST, una reverberación mecánica y deshumanizada…
Así que, queridos drugos, slusad a este vuestro humilde narrador, al bueno y viejo Alex: pinchad a los PIG DESTROYER si adoráis la ultraviolencia: harán yamas en vuestra ucas y en vuestro rasudoque, pero todo está joroschó.
Puntuación
Nota - 8
8
Nota
Si es que antes de que pueda escribir un par de líneas, los PIG DESTROYER ya se han zampado un par de temas. Reminiscencias de aquellos tiempos de los TERRORIZER y los primeros trabajos de NAPALM DEATH, todo desmesurado, todo exagerado, justo en esa fina línea que separa la música del ruido, abuso sónico…