PROTECTOR (DEU) «Excessive Outburst of Depravity»  

Formados en 1986 y con idas y venidas en su historia, los alemanes PROTECTOR son una de las legendarias bandas surgidas en la antigua escena extrema europea y que en sus años junto a nombres como KREATOR, SODOM, TANKARD, DESTRUCTION o DEATHROW, eran de las principales bazas del Thrash alemán de la época.

Y la pregunta es: ¿Qué nos puede ofrecer una leyenda como esta en 2022? Pues para ser sincero, este “Excessive Outburst of Depravity” nos trae una banda en plena forma, aunque podamos pensar que ya no tienen nada que ofrecer. Pero no, los alemanes están en plena forma y desde el inicial “Last Stand Hill”, la descarga de Thrash es continua y arrasadora. Está claro que nos encontramos ante unos músicos que han sido pilares del estilo y saben lo que hacen, y más importante “cómo” hacerlo. Quizás nos pueda parecer un estilo algo simple, y repetitivo, ya que son fieles a sus raíces y estilo, sin irse hacia sonidos o técnicas modernas, esto es puro “Old School” porque la banda es PROTECTOR y no han variado un ápice su propuesta. Quizás la producción es la acorde con los tiempos y el sonido perfecto, pero su estilo donde se mezcla la velocidad, los riffs con constante redoble y machaque de las “quintas” nos hagan retroceder treinta y cinco años atrás, aunque la banda no ha sido como otros compatriotas suyos que han jugado con diferentes estilos a lo largo del tiempo, sino que PROTECTOR han sido fieles a su estilo. Los que os guste el Thrash de la vieja escuela sin duda, disfrutareis de este octavo álbum de la banda, ya que desde el inicio es pura agresividad y velocidad hecha música, solamente en “Open Skies and Endless Seas” la intensidad baja revoluciones y nos ofrecen un tema más rítmico, hasta que se desata el infierno en constantes cambios de ritmo. “Infinite Tyranny” es otro trallazo directo a nuestras cervicales, caña a raudales, velocidad y tema de lo más intenso del álbum. “Perpetual Blood Oath” es otro trallazo de puro Thrash directo y rítmico, que seguro también hará las delicias de los metalheads. “Thirty Years of Perdition” es la vuelta a los riffs más clásicos y rítmicos, donde el medio tiempo es el que manda y nuestros cuellos se mueven a ritmo de redoble en cuerda y golpe de caja, para gritar a pleno pulmón su sencillo estribillo. Quizás el estilo se hace un poco más cercano al Death Metal en “Shackled By Total Control” donde los riffs son más oscuros, pero sin perder ese ritmo que tienen todos los temas del álbum, y donde la oscura voz de su cantante Martin Missy, se mezcla con otras más graves que dan una ambientación bastante tenebrosa.

Muy buen álbum el que nos traen PROTECTOR, unos clásicos del estilo que saben, tienen la capacidad y dominan la composición de temas clásicos del Thrash sin tener que rebuscar o complicarse la vida con tecnicismos que pueden distraer su principal objetivo, ya que saben que el disfrute de la música llega siendo directo y sencillo, y en ese terreno estos veteranos se mueven como pez en el agua.