SHALLOW WATERS (ESP) «Bed of Snakes»
Blood Fire Death, 2020
Existe un aforismo que nos indica que “uno y uno hacen tres” y que describe de manera precisa el fenómeno conocido como sinergia. Hablamos de una sinergia positiva cuando la unión de varios elementos da como resultado algo superior a la mera adición de los elementos que intervienen en dicha unión. ¡Colorea y aprende con Teo!
Lo que viene a decir que cuando se juntan determinados músicos, el resultado es muy superior a lo que hacen cada uno por su cuenta. Por ejemplo, ¿Os acordáis de MR. BIG? ¿Billy Sheehan es un buen bajista? La duda ofende. ¿Paul Gilbert es buen guitarrista? Doble duda, doble ofensa. ¿Y qué decir de Eric Martin o de Pat Torpey? Así que, en efecto, MR. BIG era la polla en vinagre. Pero hoy no vamos de ese palo, porque SHALLOW WATERS, la banda de la que hablamos, es el resultado de los talentos unificados de tres músicos: Pablo Egido (THE HOLEUM / NAHEMAH) a las voces, Tristán Iñiguez (DARKNESS BY OATH / THE GREAT WOUND) a la guitarra y Andrés Pestana (DEMISED) en la otra guitarra y con los vocales limpios. ¿El resultado? Un primer trabajo titulado “Bed of Snakes”. Y se suele decir que, cuando el diablo está ocioso, con el rabo mata moscas. No es el caso de esta gente.
El álbum empieza de manera abrupta con un ataque comandado por “Approaching the Unknown”: tremolo picking, caja machacona y acelerada, anclado en lo más Black Metal, pero al llegar al primer cambio, una de las guitarras diverge y empieza a colorear el asunto con melodías, con adornos, con dibujos y ya veo por donde va el asunto. Lo veo y me enamoro automáticamente. El invento lleva, a partes iguales, el amor por la música extrema, por el Black, pero también por el Post, por la contraposición entre las melodías oscuras y los arreglos luminosos de las guitarras. Es, una vez más, la prueba empírica de la sinergia: cada parte por separado, es estupenda, pero cuando lo aunamos todo a la vez en este tema de apertura, el resultado final es superior a la mera adición de las partes. El siguiente tema, “Blended in the Urn”, si cuenta con una introducción real y ya se mueve cómodamente en el ámbito del Post, con una mezcla de vocalizaciones, visceral y rasgada frente a la nítida y más Goth. Y todo el tema tiene un desarrollo de melodías de guitarra que me recuerda a uno de mis trabajos favoritos de los últimos años, el “Oblivion” de los húngaros REALM OF WOLVES. ¡Magisterio es lo que están sentando aquí los señores de SHALLOW WATERS.
“The Tears I’ve Shed” abre… lo que abre son las entrañas… si esas melodías no te tocan las entrañas, es porque no tienes. Hay unas vocalizaciones a lo Nick Holmes y un ambiente que recuerda a los mejores momentos de los doomers británicos PARADISE LOST. Y cuando el tema llega a lo más álgido y épico de su evolución como Melodic Doom, los músicos le dan una nueva vuelta de tuerca y lo elevan al siguiente nivel con la aparición de la voz de Loly Mateo. “Bed of Snakes”, el tema homónimo. ¿Qué decir? Otro nivel, otra concepción de la música. Cómo palpita el tema entre las partes más agresivas y las melódicas, como crece y crece y nunca parece tener fin esa subida de adrenalina. “My Hidden Friend” comienza con un potente golpe de caja y a flipar… vibraciones de los MOONSPELL más goth, pero con unas guitarras que no hacen más que hablar, que contar historias, que causar emociones. Y los riffs sincopados del fragmento final con los coros… ¡Nuevamente, una banda creando magisterio! Y esa banda es SHALLOW WATERS.
Tanto “Light the Pyre” como “Scars on your Chest” cuajan perfectamente en la dinámica de la banda, ese demoledor híbrido entre el Post-Black y el Death/Doom y ¿qué queréis que os diga? El año pasado descubríamos trabajos de grupos patrios como el “The Abyss” de TOTTENGOTT o el “God has no name” de HEX. Éste, sin duda, es el año de SHALLOW WATERS porque con unos riffs tan majestuosos y regios como los del inicio de “Banished Endeavours” o con un cierre de álbum como “Outward Journey”, pues reitero, ¿qué queréis que os diga? Negar lo evidente es de necios. Escuchar este disco y que la mandíbula se te caiga hasta el esternón es todo uno. Y es la prueba empírica de que la sinergia está ahí, y que uno más uno hacen tres.
Puntuación
Nota - 9.6
9.6
Nota
Éste, sin duda, es el año de SHALLOW WATERS porque con unos riffs tan majestuosos y regios como los del inicio de “Banished Endeavours” o con un cierre de álbum como “Outward Journey”, pues reitero, ¿qué queréis que os diga? Negar lo evidente es de necios.