SVEDERNA (SWE) «Svedjeland» CD 2018 (Carnal Records)
Por Mateo Rua García
SVEDERNA: Quemar lo antiguo, dar paso a lo nuevo y renovarse. Frase utilizada antiguamente en Suecia para purgar el campo, pero también muy acertada para la vida misma.
SVEDERNA nació en el 2012 en centro Suecia. Lanzando el año siguiente su primer trabajo de estudio, y dejando bastante claro que es lo que pretendían, black metal de la vieja escuela puro y sin complejos, de ese a un ritmo frenético y con rifts enfermizos que hacen que uno se descoyunte.
Después de 5 años macerandose nos presentan “Svedjeland” de la mano de Carnal Records. Nombre que tiene la misma raíz y significado, haciendo referencia a: no crear un reino nuevo, si no quemarlo y desde sus cenizas construir algo nuevo.
Lo primero que deja claro este disco es que han hecho los deberes, denotando un sonido más sólido y compacto a la par que más raudo.
Desde el instante que empieza sonar, asalta a nuestros oídos unos magníficos rifts de guitarra, con mucho feeling y cambios de ritmo inesperados, lo que secunda la batería en todo momento y que hace parecer que son un ejército. La voz bastante peculiar y que no sigue una norma establecida y que más que genialidad, es un desparpajo de pura actitud y mala hostia, dota a la banda con bastante personalidad y fuerza. En cuanto al bajo, tenemos un excelente acompañamiento y que armoniza muy bien la batería y la guitarra dándole más robustez a su sonido, aunque podría haber destacado un poco más.
No intentan vendernos la moto con nada nuevo, pero si he de decir que son peculiares y originales. Tienen bastante claro que lo suyo es el black, pero se impregnan de lo mejor del crust y del rock and roll, dotando su música con un groove propio y que hacen que uno no pare de menear el pescuezo; lejos de encasillar el sonido añejo de este género, le ponen bastante amor y se preocupan de que cada canción, aunque muy en su línea tengan un toque diferente.
Y por último algo que me sobrecogió para bien, es el magnífico trabajo que se ha realizado a la mesa. Han sabido aprovechar las nuevas tecnologías, sin dejar de lado el sonido sucio e insurrecto de la vieja escuela, poniendo así la guinda del pastel, ya que consiguen una estupenda simbiosis entre el sonido de antaño, pero a su vez otorgando la claridad del sonido de hoy día.
Nota - 9
9
Nota
Lo primero que deja claro este disco es que han hecho los deberes, denotando un sonido más sólido y compacto a la par que más raudo.