Crónica + Fotografías: Antonio Santoyo
Todos sabíamos que no solo iba a ser un concierto más, era una despedida, un adiós. El pasado 3 de diciembre, tuvimos el placer de poder ver en la sala Rocksound de Barcelona, uno de los eventos del año.
Las expectativas de que iba a ser una noche inolvidable eran más que suficientes, pero fueron superadas con creces. Nadie quería perderse este momento.
BANE y su “Final Tour” llegaban a España después de numerosas fechas. A lo largo de la gira fueron acompañados junto con grupos como CODE ORANGE y WOLF DOWN, pero esta vez no venían con ninguno de ellos, era BACKTRACK, hardcore desde la mismísima Nueva York, el que se encargaría de iniciar la noche.
La gente iba llegando como un cuenta gotas tras posponer una hora el concierto, eso sí, avisando con anterioridad. Era en la sala y no en las puertas, donde estaba la gran mayoría del público que acabaría con un “Sold Out”, provocando que otros no pudieran entrar y no ver aquel memorable espectáculo (nunca dejéis algo para el último momento).
Ya con toda la gente en la sala, más que idónea para la ocasión, y con BACKTRACK más que preparados para empezar, un estallido de hardcore nos golpeó directamente en la cara. Desde la primera canción hasta la final no hubo descanso. Canciones como “The Worst Of Both Worlds” y “Their Rules” hacían que el público liberase más energía que en una fusión nuclear, provocando que las paredes sudasen, y siempre dispuestos a coger el micrófono junto con James Vitalo. Canción tras canción, riff tras riff, el ambiente se iba caldeando cada vez más, pero este concierto quisiéramos o no tenía que terminar de alguna manera y nada mejor que hacerlo con “Erase The Rat”.
Después de este jolgorio nos tocaba otro, pero esta vez en compañía de BANE. Con BACKTRACK no sería el último concierto, sabemos que algún día pasarán por estas tierras o en algún otro lugar, pero BANE…
Como si el primer concierto de la gira fuese, sin ese agotamiento de viajar y de tocar noche tras noche, BANE estaba dispuesto a entregarse en cuerpo y alma a su público, y así fue. Empezando fuerte con “Can’t We Start Again”, Aaron Bedard, vocalista del grupo, vio como hasta la última persona de la sala gritaba a la vez que él y como se acercaban cada vez más, hasta el punto de apoderarse del escenario.
“My Theraphy” y “Final Backward Glance” fueron algunos de los temas de la noche que pos sus letras era inevitable no cantarlas, y “Calling Hours” se convirtió en una de las canciones más emotivas. Si tan solo veinte minutos antes fue una locura con BACKTRACK, lo que sucedió después de ellos no es posible explicarlo solo con palabras. La gente saltaba y nadaba sobre el público. Toda la banda estaba compenetrada a la perfección. Pero al final de un concierto el cansancio siempre acaba mostrándose.
Como dije al principio, todos sabíamos que no solo iba a ser un concierto más, era una despedida, un adiós, y cuando creíamos que ya todo había terminado y Aaron Bedard estaba exhausto y apoyado en la pared, con una mirada que reflejaba sus pensamientos, nos brindaron un último tema más.
Todo salió a pedir de boca, pero aunque a nadie le gustan las despedidas, todos estábamos contentos al salir de la sala y acto seguido no pudimos contener nuestras ganas de comentar lo sucedido en su interior.
BANE
BACKTRACK
