DESPISED ICON (CA) «Shadow Work»
Nuclear Blast Records, 2025

No es que sea un gran fan de lo que se dió en llamar Deathcore, término que en muchos casos se pone muy a la ligera. oficial y oficiosamente se denomina así a cualquier banda que mezcle Death Metal, casi siempre brutal, con ciertos elementos de Hardcore moderno.
No solo eso, también la imagen de las bandas suele estar bastante influenciada por la de los grupos de Hardcore.
El problema de esto es que en bastantes ocasiones, se confunde a bandas de Death Metal puro y duro con este subestilo.
Y para mi uno de los ejemplos más sangrante es el de CRYPTOPSY. Incluso he llegado a leer reseñas que aplican lo de Deathcore a bandas como DEVOURMENT, EXTERMINATION DISMEMBERMENT o KRAANIUM, craso error, sin duda.
Y es que a veces, la delgada línea roja que separa el brutal Death con el Deathcore, puede llevar a errores como estos.
Todo este rollo viene a que, en el caso que nos ocupa, los canadienses DESPISED ICON, cuya carrera nos ha dejado unos muy buenos 6 discos completos, el término sí me parecía apropiado… ¡hasta este nuevo disco!
De hecho sus primeros trabajos sí que eran más Death Metal puro y ya a raíz de su tercer trabajo del 2007 los empezó a diferenciar y a llevar a territorios más Hardcore. Repito: o con elementos del Hardcore.
Como he dicho al principio de la reseña, nunca he sido muy fan del Deathcore. Siempre he sido más purista y he preferido que no se mezclara a las churras con las merinas.
Pero en algunos casos (¡casualmente casi todos grupos canadienses!) lo hacen tan bien, tan potente, tan bien producido, tan sonando a verdadero Death Metal, que merece la pena prestarles atención.
Me volví un adicto de “The Healing Process” (2005) y de “Day Of Mourning” (2009). Ambos son un torbellino de verdadera brutalidad bien hecha y con ramalazos del mencionado Deathcore.
Menos caso le hice a “Beast”(2016) y “Purgatory” (2019), aunque sé positivamente que mantienen la misma línea.
Y llevo ya unas semanas catando “Shadow Work”, un bofetón de buen Death Metal solo con elementos aquí y allá que podrían sonar a Hardcore moderno y potente. Pero es que esto es un hostiazo de Death Metal canadiense solo con lo justito de ‘core’.
“Shadow Work” contiene 11 temazos a cual más bruto, intenso, potente y excelentemente ejecutados.
Me sorprende el juego de guitarras cortesía de Éric Jarrin y Ben Landreville y el trabajo de Sebastien Piché al bajo. Entre los 3 construyen una base brutal que crea un muro de sonido disonante e intenso.
A ellos les acompaña Alex Grind (¿se apellidará así de verdad?) a la batería. Lleva dejándose la piel en DESPISED ICON casi desde el inicio y ha ido mejorando con el paso de los años de manera impresionante. No lo pongo al mismo nivel de Flo Mounier de CRYPTOPSY… pero casi.
Por otro lado, los 2 cantantes, Steve Marois y Alex Erian (proveniente de dos de mis bandas favoritas canadienses: HIDDEN PRIDE y NEURAXIS) nos ofrecen una especie de ‘pelea de gallos’ pero en plan Deathcore (aquí sí que veo más elementos del estilo). Voces guturales provenientes de los intestinos y otras más chillonas, una mezcla apabullante de atonalidad y brutalidad no apta para cardíacos.
¡Por Satán, su séquito de acólitos y la puta madre que los parió… esto se sale por la patilla! Prácticamente no hay pausa. Me parece incluso más burro que los 2 primeros… ¡y se lleva un 10 por mis santos cojones!
Producción también de 10 para un disco del que decir que suena compacto sería quedarse corto. Técnica y ejecución impecables con partes en las que si no lo eres (técnico), te queda un zurullo del tamaño de la Catedral de Notre Dame.
Death Metal desenfrenado para destruir paredes a cabezazos y que tus sesos impregnen el suelo… ¡hijosdeputa los Canadienses estos, tú! Estoy enamorado de este puto disco…
Valoración
Puntuación - 10
10
Nota
DESPISED ICON regresan con “Shadow Work”, un álbum que rompe definitivamente la etiqueta de deathcore para entregar once cortes de Death Metal canadiense puro, brutal y técnicamente impecable. Guitarras disonantes y afiladas, un bajo demoledor, una batería explosiva y el dúo vocal Marois/Erian en plena forma construyen un muro de sonido devastador. Producido con una solidez aplastante, el disco es un torbellino de intensidad sin pausas, más salvaje incluso que sus primeros trabajos. Un regreso feroz, directo y absolutamente demoledor que confirma a DESPISED ICON como una de las bandas más potentes de su país.







