Los franceses IXION regresan con una trilogía de la que recibimos la primera parte “Extintion”, en la que dan rienda suelta a la inventiva e imaginación de Julien Prat, creador de toda la música, el concepto y las letras, además de producirlo y mezclarlo, apoyándose en las voces limpias de Yannick Dilly.
Una propuesta musical diferente, con un doom descansado en la música electrónica y ambient, creando unas atmosferas muy conceptuales y futuristas que se aprecian desde los primeros compases de “The Withering Of The Flesh”, donde la voz limpia principal posee una segunda melodía por detrás con un tinte “metálico” que la eleva a otro nivel, así como la música tan calmada y abierta hacia el ocaso, sin recargar elementos y dejándonos partes más minimalistas pero cargadas de belleza.
“In Fear Of The Machines”, es más oscura y densa, con voces rasgadas y envilecidas en su primera parte, para tras un pequeño receso volver a lo que IXION nos tiene acostumbrado esa belleza atmosférica y contemplativa que consigue con sus melodías. Pero si de doom tenemos que hablar, sin duda “The Weight Of Ignorance” se lleva la palma tras su inicio continuista con el corte anterior, además le dan un timbre “religioso”, (por lo menos lo que me recuerda a mi ese toque de teclado en segundo plano), intercalando voces que acompañan las fangosas armonias.
“A Chimeric Dream Part I”, se transforma en una especie de “break” para dar paso al final del primer mini álbum, un corte donde el doom se viste de rock, incluso con indicios GHOST, en ese estribillo que tan bien interpreta Yannick junto a Julien y fundirse en “Afterlife” que podrían ir unidas ambas, en el que despliega todas las herramientas de las que IXION dispone. Un gran trabajo esta primera parte de la trilogía, que a buen seguro será un totum revolutum y habrá que devorarlo en su inmensidad de principio a fin los tres pequeños lps.
Puntuación
Nota - 8
8
Nota
Una propuesta musical diferente, con un doom descansado en la música electrónica y ambient, creando unas atmosferas muy conceptuales y futuristas que se aprecian desde los primeros compases de “The Withering Of The Flesh”