TWITCH OF THE DEATH NERVE (GBR) «A Resting Place for the Wrathful»
Comatose Music, 2020
Desde Reino Unido y creados en 2004 nos llega ahora, de la mano de Comatose Music, su segundo trabajo, seis años después de deleitarnos con su primera brutalidad. Largo camino el que han tenido que recorrer estos tres Death metaleros para permanecer en esta cada vez más abarrotada escena. Un camino que les ha llevado a seguir contando con Comatose Music y a dejarnos poco más veinticinco minutos de música devastadora. Una devastación que ya podría haber estado más cuidada a nivel de producción. El sonido de guitarras es demasiado agudo, muy incisivo y afilado y con una distorsión que, cuando se trabaja con una mezcla y master tan apretado y con los limitadores tan a reventar, dan un sonido que cansa la escucha y que pierde dinámica y hace que, incluso en las partes más débiles, en las partes con samplers de pelis, todo se derrumbe y pierda sentido musical.
Pero dejemos pijotadas de audio absurdas y vamos a lo que cuenta, la brutalidad. Aquí la hay incluso aunque podamos escuchar partes más lentas, acústicas y movimientos a medio tiempo. Porque de hecho eso es lo que da valor a este trabajo, el que no sea siempre a toda velocidad, el que no sea siempre al límite de la técnica y el que sea siempre aplastantemente slam. Podemos decir que es variado y aquí encontramos veloces cabalgadas a lo SUFFOCATION, tremendos riffs retorcidos a lo CRYPTOPSY, elementos de ensordecedor ambiente fangoso a lo IMMOLATION. Para cubrir todo esto aparece una batería capaz, no exagerada pero si en su lugar, una voz aplastante, profunda en graves y muy punk en agudos, haciendo una mezcla muy underground, casi de garaje, pero que encaja con el sonido, con la música y con la escasa naturalidad que presenta el trabajo final.
Aun así, como lo poco gusta y lo mucho cansa, aquí no nos da apenas tiempo a lo segundo y podemos disfrutar de sus ocho temas sin despeinarnos por la innovación ni aburrirnos por la modernidad.
Puntuación
Nota - 7
7
Nota
Aun así, como lo poco gusta y lo mucho cansa, aquí no nos da apenas tiempo a lo segundo y podemos disfrutar de sus ocho temas sin despeinarnos por la innovación ni aburrirnos por la modernidad.