[CRÍTICAS] ABHOMINE (USA) «Larvae Offal Swine» CD 2016 (Hells Headbangers / Osmose Productions)
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Por Daniel Ureña Cruz
Siempre que vas a enfrentarte a un nuevo álbum es necesario un mínimo momento de concentración -previa y durante- con el fin de disfrutar al máximo del contenido, de su esencia, de su encanto. Pero aquí no hay encanto, ni esencia, ni dulzura, ni siquiera orden; hay caña, tralla o como quiera llamarse, pero suena rápido y a la yugular, como debe ser. Los artificios florales los dejamos para otras ocasiones. Hay discos que necesitan un mayor porcentaje de concentración que otros, y desde luego este “Larvae Offal Swine” es más de los segundos que de los primeros. Pero no nos engañemos con estas rudas palabras, porque nos encontramos ante un trabajo notable por parte de una figura más que relevante, la de Pete Helmkamp, famoso dentro del metal extremo por sus pinitos con ORDER FROM CHAOS, ANGELCORPSE y REVENGE, pesos pesados dentro del movimiento. No es nuevo este hombre en esto del metal más agresivo y ruidoso, y nuevamente ha vuelto a demostrarlo con su novedoso proyecto ABHOMINE.
Con nueve cortes, intro de carácter paranoico y cierre incluidos, el proyecto demuestra solidez sonora y estabilidad a golpe de hierro. Aquí venimos a descargar en nuestros oídos un cargamento de violencia musical, y desde “Buried with Pig” quedan más que claras las intenciones. Con un ritmo cañero al más puro estilo death metal, sorprende el sonido old school del proyecto, donde las influencias del thrash y el black quedan más que patentes. Sin embargo lejos queda de bandas thrash-black como WITCHTRAP o CRUEL FORCE, por solo poner dos ejemplos del estilo. Aquí la base rítmica es potente y la mezcolanza sonora es más interesante, con ritmos perfectos para circle pits y, por supuesto, bailar descontrolado en directo, algo que se evidencia perfectamente en “Kapos and Whores”, de gran contundencia sonora. Sin grandes artificios, este es el ejemplo perfecto de cómo puede conseguirse un sonido perfecto para contentar con base real a los seguidores del metal extremo.
Las influencias black están muy presentes en “Reptile Annunciation”, de notas rápidas y “Crown of Flies”, donde ritmos arrastrados y una voz rasgada al puro estilo black clásico son las notas más destacadas del corte. Baterías diabólicas hacen las veces de martilleo cerebral que termina para demoler a cualquiera. “Blackmaguswhitehouse” gira en torno a los mismos términos, aunque en esta ocasión se induce a la “experimentación” tras añadir vacíos iniciales con bajo para dar seguidamente rienda suelta a un black-thrash trallero. A cada corte que escuchamos de este “Larvae Offal Swine” nos damos igualmente cuenta que la técnica va avanzando y que la calidad de los temas va en aumento, lo que resulta sintomático de que estamos ante un trabajo donde no se ha menospreciado ni un mínimo detalle en su larga duración y donde cada corte es una descarga de adrenalina.
Con “Narcocult” nos encontramos el mejor corte del plástico, en el que una instrumentación asesina hace las veces de matriz para una voz desgarrada que bien parece va a terminar agrediéndonos. Es la voz del odio, la voz de la dureza y del metal extremo. Sin duda alguna, hay una intención clara en que el álbum suene al modo old school de inicios noventeros, algo que si bien no se consigue en su totalidad, sí que se lleva a cabo de manera muy fidedigna gracias a una ejemplar producción.
La recta final viene de la mano de una outro, precedida de “Nest of Disgust”, nuevamente con un inicio de tempo lento marcado por una batería similar a la del primer corte del álbum. Aquí hay inicio y fin similares, lo que se agradece al tomar conciencia de ser un círculo cerrado, un uróboros musical a golpe de voces diabólicas con metralletas como ráfagas de caja. Es increíble todo lo que este álbum puede hacer sentir a un seguidor del metal más oscuro y old school¸ y es que este es el camino correcto para continuar la estela de un movimiento que afortunadamente cuenta con una legión letal de seguidores. Hace falta actitud real, empeño en mantener viva una llama que nunca debe apagarse, una estela que determina la realidad de un estilo con postulados y firmes bases. Un álbum para disfrutar sin compromisos musicales más allá de la rapidez y la dureza bien ejecutadas.