Por Alberto Zamora
CAULDRON son mi nuevo grupo de heavy metal favorito. Así de rotundo me muestro y es que basta una oída a su último álbum, “In Ruin”, para darse cuenta que los canadienses son un grupo especial; de los que molan, de los que respetas, de los que rockean vaya.
Son un trío, como Satán manda, gastan camisetas sin mangas, cintos de balas, pantalones pitillo y peletes de otra época; y además tienen todo lo que hay que tener: imagen, actitud, buenos vídeos, sentido del humor, portadas oscuras, solos para practicar air guitar y por encima de todo, unas composiciones excelentes que personalmente me han volado la cabeza. Al grupo no le hace falta recurrir a instrumentaciones barrocas llenas de cambios de ritmo, ni a solos imposibles; les basta con temazos efectivos y directos para ganarse al oyente.
La tríada inicial compuesta por “No return/In Ruin”, “Empress” y “Burning at Both Ends” es de los mejores comienzos de disco que este humilde escriba ha oído en mucho tiempo. El puente y el estribillo de “No return/In Ruin” es de órdago y el riff de “Burning at Both Ends” invita al headbanging sin cuartel. Y cuidado ahí, que estos heavys no bajan el listón hasta completar los nueves temas del álbum.
CAULDRON no necesitan de una voz gritona, ni rasgada, para ser más heavys que el viento; de hecho, el componente melódico está altamente presente a lo largo del disco, evitando, no obstante y de forma curiosa, recurrir a la balada de turno; aunque si se cascan un tema instrumental que incluso recuerda a las antiguas (y buenas) producciones de METALLICA.
IN SOLITUDE (ya separados) siempre serán mis favoritos. Disfruto como un loco con ENFORCER y me caen en gracia PORTRAIT, pero CAULDRON siempre serán ese tapado que rockea como el demonio; ese grupo del que compras las camisetas para chanelar del tema delante de tus compadres.
E insisto, es imposible no partirse la caja con sus vídeos.
