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INTEGRITY (BEL/USA) «Howling, For The Nightmare Shall Consume» CD 2017 (Relapse Records)

Por Nacho Peña

Mucho se ha escrito y hablado de esta banda. Comenzando en 1988 y con múltiples cambios de formación, INTEGRITY siempre ha permanecido invariable en su cabeza visible, su cantante: Dwid Hellion. Exponentes del Hardcore que se hacia en Cleveland, el Clevocore, una vertiente oscura y controvertida del movimiento, donde violencia y música se daban la mano abiertamente, a través de estructuras muy influenciadas por el Metal pero firmemente asentadas en el Hardcore, marcaron una época y un estilo que influenciaría a muchas bandas famosas actuales como HATEBREED.

Entré en contacto con la banda con su mítico “Systems Overload” (Victory Records, 1995) pero fue su grandiosa continuación, “Humanity Is The Devil”, la que me enganchó, a mi y varios de mi generación, a esta banda, que con el paso del tiempo no ha sabido mantener el nivel de sus composiciones iniciales.

A partir de “Seasons In The Size Of The Days”, metalizaron mucho su sonido y, de hecho, sonaban más a una mala banda de Metal que a una buena banda de Metalcore, lo que eran en un principio.

Tras el traslado de Dwid a Bélgica en el año 2003, la banda continuó pero lo cierto es que les fui perdiendo la pista, a pesar que, a día de hoy, en alguna ocasión continuo escuchando su “Humanity Is The Devil”.

Mucha polémica siempre ha rodeado a su cantante, sus hábitos poco saludables y sus creencias satánicas a través de la organización Holy Terror Church.

Sea como fuere, INTEGRITY vuelve a la carga con su duodécimo álbum de estudio. ¿Algo ha cambiado? ¿Qué podemos esperar?

Lo primero que pienso es que a las nuevas generaciones este disco les puede resultar fuera de lugar, no gustarles, no entenderlo o, simplemente, considerarlo algo menor dentro del Metal. Y es que hay que entender toda la trayectoria de la banda y su estilo para poder entender este disco. Disco que suena por todos lados a la banda. Buena parte de la culpa de ello, es su cantante, cuyo tono de voz es particular e inconfundible. Pudiera parecer al neófito que existen muchas iguales, pero no es así y, además, permanece invariable desde sus inicios.

Musicalmente, el CD es una mezcla de Metal con influencias variadas, que van desde el Heavy Metal de armonizaciones al Black Metal oscuro, todo ello unido bajo ritmos propios del Hardcore con unos patrones marca de la casa, que, como siempre, pueden recordarnos al Crust-Metal, por la forma de tocarlos, pero que es Clevocore de toda la vida. Cortes que combinan la escasa duración sin grandes alardes técnicos y más de mi gusto (pues conservan más lo genuino de la banda) con otros mucho más elaborados.

Hay que reconocer que este trabajo posee momentos de experimentación poco habituales en esta banda, como en “7 Reece Mews”, que podría ir a BSO de película de Quentin Tarantino.

En conjunto, no me ha enganchado mucho aunque los temas cortos típicos de INTEGRITY me han encantado como “Burning Beneath The Devil´s Cross” o “I Am The Spell”.

Hay que reconocer que sigan al pie del cañón, en el underground, a su rollo invariable. Pero yo seguiré anhelando que algún día saquen el “Humanity: 2.0”.

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Nacho Peña

Redactor

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