Por Titus Ferrer Belles
Lo reconozco, me gusta mezclar. Y cuando algo me apetece, suele darme bastante igual lo refinado o no que sea dicho antojo.
Digo esto, por que para muchos parece que el electrocore, trancecore, metalcore electrónico o como cada cual quiera llamarlo es una vertiente del género que desmerece el nombre del mismo.
Según lo veo yo, nada más lejos de la realidad. Todo depende del enfoque que uno quiera darle. De todas maneras ese es otro debate. La cosa es que, como en todo, hay core electrónico hecho con más o menos ganas y talento. Y el de LIGHT THE FIRE se encuentra entre los primeros.
Estamos ante un disco de electrocore que ni reinventa el concepto de la rueda ni lo pretende. LIGHT THE FIRE pisan sobre seguro persiguiendo la efectividad. Y la consiguen, pues el disco entra sin sentir. Gracias también a lo limpio de su producción, algo generalizado en esta clase de propuestas. Sin embargo, el tratamiento de la batería que resalta el bombo y lo lanza directo al pecho le aporta un plus de intensidad y profundidad muy de agradecer.
Posiblemente el principal lastre del disco sea este exceso de seguridad. Si bien es cierto que es un género que dada la cabida de un espectro sonoro tan amplio en su base es difícil de renovar, sí que es verdad que estructuras y elementos compositivos suenan demasiado familiares. Sin embargo, eso no significa que no funcionen. Y la verdad es que están más que bien empleados. El resultado final es un metalcore accesible y joven, asegurándose de esta manera una proyección más amplia de cara al público (Cosa mucho más licita de lo que se suele pensar), y que gana enteros gracias al mayor protagonismo que toma la voz melódica, que además de presencia ha ganado en técnica y ejecución, obviando la sobreproducción de la que pecaba en el anterior disco “Lost at sea”. Si en directo funciona igual de bien que en estudio, desde luego pueden hacerse mucho nombre rápidamente en la escena americana, e internacional.
Sé que comparar un grupo de electrocore con I SEE STARS es más genérico que el último de MEMPHIS MAY FIRE, pero es que en el caso de este “Ascension”, queda más que claro la escuela de la cual provienen sus integrantes. Las reminiscencias se hacen muy notables en estilo. E incluso uno es capaz de cuadrar las épocas que han inspirado los temas. Sin ir más lejos: el single homónimo “Ascension” podría pertenecer sin desentonar al “The end of the world party”, en cambio el uso de ambas voces en “Not the only one” recuerda a la época más actual.
Me tomo este apunte con positividad, por que me parece interesante que los grupos puedan mostrar con orgullo y sin complejos aquello que les inspira y, en algún momento, hizo saltar la chispa que inició su fuego. Y I SEE STARS, desde luego, crearon escuela. Amén de ser uno de los grupos más propios del estilo.
Al final la sensación que nos queda tras escuchar “Ascension” es, primeramente la de que apetece sin problemas ponértelo de nuevo. E incluso indagar en sus anteriores trabajos si no los conoces. Sea como fuere, sin duda el trabajo bien hecho dará sus frutos, pues el producto es sólido y estoy seguro que gustará pese a no romper moldes. Lo importante es que pese a no ser nada nuevo, no suena a refrito, incluso habiéndose permitido hacer tan visibles como hace las referencias. Solo ese trabajo ya merece la atención de uno. Si además de eso consigues sacar un trabajo pegadizo y tan adecuado al público que quieres dirigirlo, trabajo y atención habrán merecido la pena. Y la verdad es que el disco la merece.
