[CRÍTICAS] SERENITY (AUS) «Codex atlanticus» CD 2016 (Napalm Records)
Por: Lluís García Sola
Hay bandas que siempre están ahí, dispuestas a dar el salto a la primera línea del género pero que por una u otra circunstancia, siempre se mantiene en un segundo y discreto plano, haciendo buenos trabajos que les lleva a tener un buen puñado de seguidores que siempre les acompañan allá donde van. SERENITY es uno de esos ejemplos, y con este quinto disco de estudio, “Codex Atlanticus”, inspirado en la figura de Leonardo Da Vinci, firman un nuevo y notable episodio en su carrera, esta vez sin la presencia vocal femenina que Clémentine Delauney aportaba a las segundas voces. El encargado en esta ocasión de dicha labor es del bajista Fabio D’amore, cambiando la dulzura y melosidad de la anterior por un tono más agresivo, perfectamente acoplado al estilo tan melódico al que nos tienen acostumbrados los austríacos.
El álbum da sus primeros pasos bajo los compases de la introducción que le da título, “Codex Atlanticus”, que pronto da lugar al primer corte, “Follow Me”. Mantiene todas las estructuras de un single: Corto, directo, pegadizo y con un estribillo fácil de recordar, corear y que funcionará muy bien en sus directos. En “Sprouts of Terror” sin embargo se decantan por un tempo más rápido y agresivo, en gracias parte a la crudeza del riff principal de guitarra de Cris Hermsdörfer, la última incorporación del grupo. En el puente y estribillo volveremos a recuperar su sonido clásico, con mayor presencia melódica y fieles a su estilo sinfónico de Power Metal. Aún más próximo al Symphonic Metal tenemos a “Iniquity”, al más puro estilo WITHIN TEMPTATION o XANDRIA, sin perder esas raíces a lo KAMELOT que suele predominar en sus composiciones.
Seguimos en la línea media del grupo con la notable “Reason”, marcada por base rítmica formada por Fabio y la batería de Andreas Schipflinger, arropando la cálida voz de Georg Neuhauser, que sin realizar grandes alardes firma un gran trabajo durante todo el álbum, especialmente en los estribillos. “My Final Chapter” supone la primera balada del compacto, en un ritmo increscendo desde ese inicio casi de fábula medieval hasta su intenso final. En el caso de “Caught in a Myth” somos testigos de todo su potencial, en el que compaginan ese ambiente más sinfónico con la dosis justa del Power Metal más amable y dulce. Nada nuevo ni revolucionario por poco que hayamos seguido los trabajos de la banda.
En “Fate of Light” recuperan parte de la garra perdida en la parte central del disco, con un tema más veloz, potente, de nuevo en gran medida gracias a la guitarra de Hermsdörfer. Bajamos las revoluciones con “The Perfect Woman”, un gran corte que cuenta con la preciosa voz de Amanda Somerville, fundiéndose entre los versos de Neuhauser y aportando algo más de dinamismo al empaque general del álbum. Un soplo de aire fresco con tintes de ópera rock que podría haber firmado los propios AVANTASIA. De vuelta a lo épico con “Spirit in the Flesh” y “The Order”, ambos temas con el sello genuino del cuarteto austríaco, manteniendo la calidad media a la que nos tienen acostumbrados pero sin llegar a deslumbrarnos en ningún momento.
Si nos hacemos con la versión especial, encontraremos un total de 3 Bonus Tracks que cierran este nuevo lanzamiento. En “Forgive Me” nos brindan su lado más suave, con su faceta más melódica en forma de balada. Entra bien, fácil y suavemente, como no podría ser de otra forma, pero no puedo evitar sentir que espero un punto más. Algo similar me ocurre con “Sail”, un medio tiempo en el que se respira ese toque más sinfónico que predomina en la mayoría de sus composiciones, con ese meloso tono vocal de Neuhauser dejándose arropar bajo el manto de una dulce y cálida voz femenina. Cierran el álbum, ahora sí, con la versión orquestal de “My Final Chapter”, aún más intensa, emotiva y acogedora si cabe.
En resumidas cuentas, nos encontramos con un notable nuevo trabajo de SERENITY, con un “Codex Atlanticus” escribiendo una página más en una carrera aún breve, algo pausada pero con una dosis de calidad que no tiene mucho que envidiar a otras bandas del género que han llegado a un público más amplio. Probablemente tampoco lo harán con este disco, en el que resulta complicado destacar demasiados temas por encima de otros, pero siguen demostrando su valía y talento con un buen puñado de canciones que seguro harán disfrutar a sus seguidores. A los que le pedíamos un paso más allá, un firme puñetazo encima de la mesa, nos tocará seguir esperando a un futuro episodio que les acerque a lo más alto del Power Metal Sinfónico, un estilo que ha ido sufriendo en los últimos años distintos picos de popularidad. Han vuelto, con algunos cambios en su formación, pero manteniendo intactas sus señas de identidad. Lo cual no es poco.