[CRÍTICAS] THE NEAL MORSE BAND (USA) “The similitude of a dream” CD 2016 (Radiant records)
Por David Ibañez Ortuño
Estamos ante el nuevo disco de la banda del polifacético y prolífico NEAL MORSE. Qué decir a estas alturas de los componentes de THE NEAL MORSE BAND, sólo mencionar los nombres de los integrantes ya nos habla de la calidad intrínseca de cualquier trabajo que firmen: Neal Morse, Mike Portnoy, Randy George, Eric Guillette y Bill Hubauer.
El nivel de exigencia debe estar al máximo, cuando hablamos de músicos que escriben canciones de rock progresivo como el que se sienta en el váter y lee la etiqueta del champú. Y esto, a veces, echa por tierra reuniones de virtuosos o supergrupos al uso, repletos de técnica y recursos pero faltos de inspiración y de capacidad de tocar tanto la fibra sensible como la membrana auditiva.
Siento decir, que este no es el caso, nos encontramos ante una OBRA MAESTRA, así con mayúsculas, una de las obras cumbre del rock progresivo de todos los tiempos. Un disco repleto de técnica, virtuosismo, inspiración, sonido espectacular y variedad musical inusitada.
Dentro del rock progresivo que lo envuelve todo, podemos encontrar rock clásico, metal, pop, góspel, country, soul, jazz… y todo ello mezclado con un gusto exquisito que nos hará disfrutar de cada canción tanto por separado como en conjunto.
Se encuentran referencias tanto a los grandes del género como a otros grupos menos conocidos que de una manera u otra han aportado su granito de arena dentro del rock progresivo/sinfónico. PINK FLOYD, KANSAS, YES, GENESIS, MARILLION, PENDRAGON, CAMEL, SAVATAGE, KING CRIMSON y un larguísimo etcétera, referencias a grupos intemporales como THE BEATLES, QUEEN o DEEP PURPLE; así mismo, este disco es un resumen perfecto de la carrera de NEAL MORSE, es un epílogo inmejorable a su trabajo con SPOCK’S BEAR, TRANSATLANTIC, FLYING COLORS,…
Normalmente, me gusta en mis reseñas analizar tema a tema el disco, en este caso por razones de espacio, por limitaciones mentales y porque se trata de un álbum conceptual perfectamente hilvanado, en el que se utilizan pasajes sonoros comunes en algunos temas a modo de nexo de unión con su introducción desarrollo y conclusión, la haré del disco al completo, intentando mencionar los aspectos más llamativos de cada tema.
El concepto del disco está basado en la novela alegórica del sigo XVII “El Progreso del Peregrino”, segundo libro católico más vendido tras “La Biblia”. Se trata del viaje iniciático de una persona que huye desde la Ciudad de la Destrucción hacia Ciudad Esperanza, historia repleta de símiles de la vida del buen cristiano. En realidad, en palabras de Neal Morse, el álbum sólo cubre las primeras 80 páginas. La temática llamará más a unos y menos a otros, pero si nos centramos en la música, que es lo que aquí nos importa, estamos en la obligación de escuchar este disco, a poder ser, con los cascos, a todo volumen y sin que nadie nos moleste durante un buen ratito.
Comienza la historia con la bonita “Long Day”, adelantándonos sutilmente algunas de las melodías que se repetirán a lo largo de todo el álbum. Desde el comienzo nos damos cuenta que estamos ante un disco diferente.
“Overture” nos ofrece las primeras notas de rock progresivo de altura con Portnoy “aporreando” su batería como sólo él sabe hacerlo, con esos ritmos sincopados marca de la casa. Hay que tener en cuenta que la música actúa de manera descriptiva, contando la historia junto a la letra, describiendo paisajes y sentimientos.
Después de la transición que supone “The Dream”, comienza el tema elegido para presentar “The Similitude Of A Dream”, “City Of Destruction”, que recuerda en su comienzo a cualquier tema del “The Final Cut” de PINK FLOYD, incluso la voz de Neal Morse se asemeja a la de Roger Waters. Se trata de un tema potente y que engancha desde la primera escucha. De hecho llama la atención que, a pesar de ser un disco conceptual, los temas funcionan perfectamente por separado.
Ya metidos de lleno en la historia, suena trazando fantásticas melodías “We Have Got to Go”, introduciendo de alguna manera a “Make No Sense”, tema que roza el AOR americano y hace que la motivación suba al máximo nivel. Con “Draw The Line” demuestran que son capaces de crear auténticos trallazos rockeros.
La duración de los temas no suele ser extensa, lo que ayuda a que la escucha sea cómoda y variada.
En “The Slough” recuperan motivos musicales de anteriores temas para ambientar la historia y servir de lazo de unión con “Back To The City”. “The Ways Of A Fool” hace gala de una psicodelia magistralmente ejecutada, que se combina a la perfección con el progresivo marca de la casa y que nos puede recordar a QUEEN en ciertos momentos. “So Far Gone” es el típico tema Neal Morse, potente y atractivo. Hacia el final tiene un giro melódico realmente emotivo.
Nada sobra, todo está en su sitio, sólo nos tenemos que preocupar de disfrutar del espectáculo.
La emotividad con que finalizaba el anterior tema la recupera “Breath Of Angels” y la sube a cotas épicas, coro góspel incluido. “Slave To Your Mind” recupera la potencia de nuevo, narrando la lucha interior del personaje principal. De nuevo volvemos a escuchar pasajes de canciones anteriores, esta vez maquillados con toneladas de psicodelia. “Shortcut Of Salvation” nos libera, en cierta manera, del caos psicodélico anterior y nos hace recuperar el aliento, dejando un halo de esperanza a la salvación de nuestra alma. Al final del tema se recupera el estribillo de “So Far Gone”, terminando una especie de ciclo.
“The Man In The Iron Cage” tiene aire a rock setentero, muy DEEP PURPLE o RAINBOW. Tralla rockera muy necesaria a estas alturas de disco. Sin duda, uno de esos temas que te hacen mover la cabeza hasta la extenuación.
“The Road Called Home” es un tema a modo de introducción de “Sloth”, tema tranquilo y profundo al estilo de los PINK FLOYD de principios de los setenta. Se vuelven a recuperar melodías recurrentes en la obra para enlazar con “Freedon Song”. Se trata de una canción con matices country y bluegrass muy marcados. Aquí está la grandeza de este álbum y de estos músicos. “I’m Running” recupera los sonidos rockeros setenteros y nos vuelve a conectar al álbum como si hubiéramos metido los dedos en un enchufe.
“The Mask” empieza con una introducción a piano que enlaza con unas notas sutiles con la voz casi susurrante de Neal Morse. “Confrontation” es otro tema de potente rock progresivo que vuelve a recurrir a melodías y estribillos de canciones anteriores a modo de resumen de la historia. “The Battle” es un tema que cuenta con una impactante música descriptiva que nos hace imaginar perfectamente la batalla entre el bien y el mal. “Broken Sky / Long Day (Reprise)” es la guinda del pastel. Se trata de una canción de 10 minutos que actúa a modo de epílogo de la historia y que es un auténtico deleite para los oídos.
Uno de los mejores discos de rock progresivo que he tenido la suerte de escuchar, una autentica experiencia disfrutar este disco al completo, como si de una única canción se tratara.
Tanto Morse como Portnoy lo califican como EL ÁLBUM de su carrera, la mayor obra maestra en la que han participado, quién soy yo para contradecirlos. Gracias Neal Morse, Mike Portnoy, Randy George, Eric Guillette y Bill Hubauer.