CRYPTOPSY (CAN) «As Gomorrah Burns»

Deseando estaba de echarme al cuerpo este octavo álbum de los de Montreal. Me dejaron con muchas ansias contenidas tras sendos EP’s “The Book Of Suffering” de 2015 y 2018 respectivamente. Y lo cierto es que se llevaba ya unos años oyendo hablar de un nuevo trabajo, aunque no se ha materializado hasta este 2023.

La formación es la misma que grabó los citados EP’s y es que parece que encajan bien juntos. Tenemos al inconmensurable Flo Mounier a la batería, un portento de músico que durante los años que lleva nos ha dejado un legado impoluto de brutalidad y buen hacer tras los parches.

El señor Christian Donaldson a las seis cuerdas aporta ese muro de sonido impenetrable y desquiciado, con una técnica que te deja sin aliento y unos ritmos enrevesados que quitan el hipo.

La base rítmica de Flo y Olivier Piniard (al que yo ya conocía por una de sus primeras bandas, NEURAXIS y por su trabajo en los dos últimos álbumes de CATTLE DECAPITATION) es tan precisa y está tan compenetrado que sorprende. Y me dejo para postre a Matt McGachy, su vocalista. Un portento de la guturalidad y del salvajismo vocal. Y es que en este “As Gomorrah Burns”, la conjuncion de los cuatro músicos hace que el álbum sea como un martillo pilón, como una apisonadora de grandes dimensiones.

Los primeros acordes de “Lascivious Undivine” me trajeron a la memoria los mejores años de “None So Vile”, aunque es cierto que luego descienden la velocidad de este segundo álbum y se centran más en la técnica y la potencia… pero vamos, que velocidades de vértigo no faltan, no te asustes.

“Flayed The Swine” es toda una declaración de intenciones, con unas partes intermedias en las que el señor Donaldson nos deleita con algunos de los mejores punteos que ha creado para CRYPTOPSY en años.

Lo bueno de estos cuatro chavales es que son capaces de mantener el ritmo de los temas, sin perder un ápice de honestidad y sin defraudar o bajar el piñón.

Hace no mucho hablaba con un amigo sobre lo lineal del estilo de la banda, que habiendo tenido épocas flojitas (su homónimo “Cryptopsy” pasó sin pena ni gloria, la verdad…), han sabido mantener un nivel y también han sido capaces de tener un buen balance entre un estilo brutal y una técnica muy depurada.

Todavía tengo en mi mente grabado a fuego cuando escuché su demo debut “Ungentle Exhumation”, por no hablar de su disco debut “Blasphemy Made Flesh”… ¡vaya par de bombazos!

Afortunadamente, al menos para mí, han ido sacando muy buenos discos y este último álbum es otra masacre sonora para fans de la banda. No defraudan.