DINGOS & FLAMINGOS (ESP) «The legacy of the seven sinners» CD EP 2014 (Autoeditado)
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Desglose realizado por: Raúl Ureña (vocalista)
Whiskey Bottle Blues
Whiskey Bottle Blues es el tema que abre nuestro primer Ep, un tema muy importante para la banda ya que también es el primer tema que hicimos. Comienza con una línea de bajo pesada, armónicos de guitarra y unos golpes de ride en los que nos viene en mente una lluviosa y aburrida noche en la ciudad donde sales de casa para buscar alguna tasca cercana para emborracharte. La letra nos mete de lleno en un romance metafórico, donde una botella de whiskey toma vida para seducir a una persona vacía, errante y solitaria que solo busca algo de compañía en algún bar, algo así como el protagonista del libro El lobo estepario de Hermann Hesse o un Charles Bukowski por ejemplo. Una vez comienza a sonar la voz del tema se puede notar una melodía un tanto agridulce, como puede ser el sabor del whiskey o como la propia vida del personaje del que hablamos. Esto se puede sentir mucho en los estribillos del tema, sobre todo en el segundo; donde la voz deja aires más rasgados y parece que está completamente desesperado, pidiendo a gritos un poco de compañía o ayuda.
Después de dicho estribillo se abre el break del tema y también la parte más animada de la canción. Comienza a haber más ritmo, empiezan a surgir solos de guitarra y ya nos podemos imaginar una tasca con más ambiente; donde la gente bebe, baila, sonríe y lo pasa bien al ritmo del tema. Pero algo no va bien en nuestro personaje; todo da vueltas en su cabeza, cada vez está más borracho y la gente le mira peor. De golpe el ritmo se vuelve más machacón, el riff cambia a uno más pesado y el solo es más agresivo, al igual que nuestro personaje, que está completamente descontrolado y está siendo muy pesado con la gente de su alrededor.
En este cacho de canción la letra nos vuelve a meter en el papel de la botella de whiskey advirtiendo al borracho de que nadie le va a querer más que ella, pero que se vaya preparando para la resaca del día siguiente. Es justo después de esto cuando el tema vuelve a la tranquilidad otra vez, suenan los acordes de la estrofa y la canción termina tal y como empieza, volviendo a un nuevo día para el personaje, pero con el mismo cantar.
My Way
No, no estamos hablando del »My Way» de Frank Sinatra, estamos hablando de nuestro propio My Way, que en lo único que podrían tener algo en común es en el tema de vivir y hacer las cosas cada uno a su manera. Se trata de un tema por lo general bastante tranquilo, limpio, fluido, con una letra un tanto reflexiva, como si de un momento crucial se tratase. Esta letra concretamente la escribí yo (el que lleva la voz cantante) en la adolescencia, hace ya unos cuantos años, y pensé que podría encajar con el clímax en el que nos mete esta canción. El tema nos sumerge en las reflexiones de una persona que se encuentra en una situación complicada, confusa, que no sabe que le deparará el futuro. Una persona que vive en una especie de círculo vicioso, donde no hace más que pregonar contra la pared, no ve salida y se limita a vivir el presente aprendiendo de sus errores para seguir adelante. De estas personas que no se dejan aconsejar o ayudar por orgullo o simplemente no soportan que les digan qué hacer con su vida y prefieren seguir haciendo las cosas a su manera »auto didacta».
A lo largo de las estrofas las reflexiones van fluyendo casi como suspiros en la mente, a la vez que fluye la música, y la voz es casi como un susurro. Pero una vez entramos en el estribillo la cosa cambia y llega el momento álgido de la canción, donde tanto el tema, como este muchacho rebelde; cogen fuerza para rebelarse y gritarle a esa típica persona entrometida; ¿quien eres tú para decirme lo que tengo que hacer?» respeta mi camino.
Y ya después del segundo estribillo, entre gritos de rebeldía un tanto desquiciados; llega la parte explosiva del tema, donde estalla un solo que rompe con todo, así como también estalla la cabeza de nuestro joven y no para de gritarle a esa persona entrometida que le deje en paz. Cuando esa persona entrometida se da cuenta, ya ha llegado el fade-out de la canción, y el muchacho ya está a mil millas, siguiendo su propio camino contra las cuerdas.
Ride
Una botella de whiskey y una chica sexy a tu lado… ¿Que más se puede pedir? Esta canción de fondo. Así es, este tema viene como anillo al dedo; desde su comienzo con voz a capela (que puede recordar a unos Led Zeppelin o Whitesnake), hasta que entra esa armónica y esos acordes, que te meten de lleno en esos matinales veraniegos en los que vuelves de fiesta a casa con buena compañía.
Es el tema con más altibajos y cambios de todo el EP, también el más animado. Salvo el corte distorsionado de la estrofa; se trata de una parte bastante limpia y tranquila, donde la voz nos mete en ese clímax de situación idílica acompañado de tu ligue, compartiendo el cigarrito de después mientras se asoma el sol por la ventana. Es entonces cuando te preguntas si eso llegará algún lado, pero realmente no te importa, solo quieres vivir el momento. Y lo vives tan intensamente como la propia parte del pre-estribillo, gritando con deseo que se pudiera bloquear el tiempo y seguir disfrutando del momento. Pero todo tiene su final, llega el estribillo de la canción y tú tienes que seguir »cabalgando». Lástima, fue bonito mientras duró.
Del estribillo pasamos otra vez a la armónica y la parte limpia de la estrofa. Parece que volvemos a otro matinal distinto, una nueva situación, esta vez más salvaje si cabe… Tan siquiera te preguntas si llegará algún lado, vas a lo que vas, te quedas con el recuerdo si el alcohol te deja y sigues »cabalgando» en busca de nuevas aventuras.
Es entonces cuando nos encontramos con el break del tema, suenan palmas, una línea de bajo que parece que cabalga contigo y voces en falsete coreando; »hip hip hap hap», que no sabemos qué quiere decir pero mola. De golpe estallan los solos, llega la parte más animada y rockera del tema y de nuevo nos podemos imaginar en una tasca, bebiendo, bailando… Pero esta vez no como en Whiskey Bottle Blues, esta vez buscando un nuevo ligue con el que acabar la noche, mientras suenan solos y »ridings» coreados de fondo.
The Highway Song
Que mejor que terminar el EP con esta canción; tranquila, acústica, con percusión y violines. Una canción en la que se puede saborear la arena del desierto mezclada con pólvora, whiskey y gasolina. Nuestra intención en este tema era transportar a la gente a esas carreteras en mitad de la nada, donde uno va a encontrarse a uno mismo en algún momento en el que se ha perdido el rumbo. Su letra empieza siendo una despedida, la despedida de alguien que ha tomado la dura decisión de romper con su monótona vida, con su rutina y su familia para largarse de casa. La voz del tema es casi narrada, salvo en el estribillo y alguna otra parte, como si esa misma persona que ha abandonado su hogar nos narrase su día a día en su viaje, los violines nos traen esos sentimientos de nostalgia. También queda plasmado en el tema el espíritu aventurero de dos antiguos miembros del grupo (Aitor Badía y Juan Gorostiaga) que dejaron el grupo y todo lo que aquí tenían para irse a buscar la vida muy lejos… Desde aquí dedicarles esta reseña, ya que ellos formaron parte de la composición y grabación de estos 4 temas. También como curiosidad añadir que el título del EP »The Legacy Of The Seven Sinners» (El legado de los siete pecadores); lo pusimos porque antes de que ellos marcharan éramos siete en el grupo y pensamos que poniéndole ese título cerraríamos ya ese ciclo junto a ellos. Ahora estamos seis en el grupo y pronto tendremos nuestro primer LP bajo el brazo. Si os han gustado estas cuatro canciones no nos perdáis la pista, que pronto tendremos nuevas noticias.