KARONTE (ESP) «Nacer, Sufrir, Morir»

Desde Cantabria y a través de Dead Sheep Productions nos llega el nuevo álbum de KARONTE, “Nacer, Sufrir, Morir”, una premisa no muy lejana de lo que es la vida y en el que se aprecian la evolución natural de una de las bandas underground norteñas que abogan por una seña de identidad propia.

Sobre una base de death metal, con tintes melódicos y riffs aplastantes, donde el medio tiempo y el idioma patrio definen su musicalidad, KARONTE recrean la parte más oscura del ser humano y lo hacen envileciendo y tintando de negro su estructura tras seis años desde que editaran su Split compartido con BROTHERHOOD, “Alliance for Death Domination” en 2017.

“Ahogado en Sangre”, abre el álbum sin concesiones, directo con un grito gutural de Kini, también guitarra, con un bajo cabalgante a manos de Isma que rellena los huecos de forma magistral y una percusión incisiva y machacante por Rochar, death metal con aires noventeros de calidad. Y personalmente, no soy fan de los grupos con una guitarra, pero a este trio no le hace falta, se desenvuelven como pez en el agua, simplemente hay que escuchar temas como “Rey de los Muertos” o “Canto en la Cruz”, para apreciar el trabajo compositivo que hay detrás, sobre todo este último, donde las influencias heavy metaleras se dejan fluir entre los resquicios musicales, otorgándole una claridad inusitada al averno que nos presenta (habrá que verles en directo para ver cómo se desenvuelven).

Otro aspecto que hemos mencionado es ese giro musical hacia la oscuridad y densidad, entremezclando los riffs más death metaleros clásicos como en “Victima” o la elegancia doomera de “Cuando eras Eterno”, con una melodía que atrapa y que inunda toda la estrofa, con una tonalidad muy grave que deja un lento caminar hacia el lago que cruzar como “Viajero”, en el que van incrementando su poder para incrementarlo con “Alimento de mil Moscas”, machacona y pausada, en su primera parte, pero que se transforma y me recordó a los inicios de bandas como PARADISE LOST.

Si es verdad que escuchado completo, las estrofas, en cuanto a melodías vocales se parecen unas a otras, por lo menos eso me ocurrió con “El Ultimo de los Creyentes”, aunque se desarrolla en variantes musicales diversas y esos solos de guitarra cortos pero efectivos que viran para ofrecernos nuevos riffs y aportarle flexibilidad al tema en lo musical. “Nacer, Sufrir, Morir”, cierra el álbum condensando todo lo que el trio cántabro pretende desarrollar en él, en su tema más largo, el cual engloba todos sus matices, con una parte final de 10. Me acuerdo de aquellos inicios de CANKER, AVULSED, incluso BRUJERIA…, cuando los artificios se dejaban de lado y la música y composición pura y dura, desmarcaba a una banda, KARONTE, beben de esta vieja escuela.