Por Jesús Muñoz Caballero
Envenomed Music, lanzó el 15 de enero de 2019 el segundo trabajo de los Death Metaleros MEMBRANCE, llamado «Morality’s Colapse».
El grupo lo forma: Davide Lazzarini (bajo y voz), Pietro Battiston (guitarra), Giovanni De Fraja (batería).
Mientras que otros géneros como el Thrash o el Black han tendido a estancarse en mayor o en menor medida, el «Metal Muerto» ha seguido mirando hacia adelante, saliendo variaciones sobre su propia base realmente sorprendentes. Con el disco que hoy protagoniza la crítica que ahora leéis, ciertamente me he quedado a cuadros. De verdad de la buena, el power trío italiano es tan único como fresco. Al menos yo, no he conseguido sacarle parecido a ninguna otra banda. Las composiciones, además de estar bien elaboradas, a veces, y solo a veces, pueden llegar a rozar lo estrambótico. Un buen ejemplo de ello, sería las inclusiones de piano demencial en «The Swamp Things». También, se vislumbra una vena netamente rockera en su ADN si la ocasión lo requiere. Eso sí, no aparece en demasía. Personalmente, la verdad, no es que haya alucinado escuchando el Elepé en cuestión. No obstante, solo por hacer algo diferente y tan auténtico me tienen ganado de por vida. A su vez, la producción es atípica. No sé cómo explicarlo. El sonido es nítido y no pierde en ningún instante ese tono macabro de este tipo de Metal. Sin embargo, no es para nada genérico.
Siniestras e ideales para usarlas para banda sonora de película de terror de serie b son las notas que Pietro saca de sus seis cuerdas. Al loro con los intensos giros de dirección y con los solos. Los riffs, son fluidos y pesados. Los ataques de tremolo picking están a cuentagotas, al igual que las dobles armonías.
Toparéis con multitud de registros vocales, que van desde los predominantes growls, a guturales agudos rasgados o clean vocals oscuras. Por ahí, incluso hay coros potentes limpios, e inclusiones de voces claras barítonas distorsionadas. ¿Dónde?, comprobadlo por vosotros mismos.
Las bass line tiene el mismo espacio que las «hachas». Da gusto oír a las cuatro cuerdas como Odín manda.
Metiéndonos en el apartado de la percusión, ésta suele ir a medio gas, sin olvidar por completo las buenas ráfagas de up tempos y blast beats. Vaya, lo que viene siendo unos tambores dinámicos.
Me ha llamado especialmente la atención «Plague». Después de un inicio acústico, la tonada contiene las guitarras más técnicas y progresivas de todo el plástico. No os digo nada y os lo digo todo.
Si buscáis algo que os haga salir de la monotonía, este es vuestro redondo.
Nota - 7.5
7.5
Nota
Mientras que otros géneros como el Thrash o el Black han tendido a estancarse en mayor o en menor medida, el "Metal Muerto" ha seguido mirando hacia adelante, saliendo variaciones sobre su propia base realmente sorprendentes.
