RÜYYN (FRA) «Chapter II: the Flames, the Fallen, The Fury»

El sello francés Les Acteurs de L’Ombre productions, nos trae el segundo trabajo del proyecto unipersonal RÜYYN, tras el que se encuentra el multinstrumentista y compositor Romain Paulet, bajo el nombre “Chapter II: The Flames, The Fallen, The Fury”, un nuevo episodio de black metal melódico y atmosférico.

Si en su debut homónimo ya nos sorprendió, con este álbum solo hace corroborar lo que ya vaticinamos, un segundo capitulo que oscurece y envilece su predecesor, aunque en la narrativa este trabajo preceda al anterior. Y en cuanto a lo musical, Roman da un paso más allá, añadiendo tintes progresivos y experimentales a lo largo del álbum, que guarda la intensidad y compostura del anterior, con un gran trabajo de producción.

Sus canciones son capítulos de una historia oscura que nos habla de la decadencia des mundo, de la locura…, seis capítulos para disfrutar de uno de los discos de black europeo del año. El “Chapter I”, se abre paso por unas atmosferas muy envolventes donde las guitarras se aferran a las melodías introduciéndonos en un infierno particular, a través de ritmos marcados y con una alternancia de tempo entre el black y el postblack, aspecto que “Chapter II”, lo eleva al culmen con una parte central que te sorprenderá a través de una base de bajo y una guitarra de otra dimensión, donde lo sencillo se hace bello, donde los coros empleados en su justa medida ensalzan el status y donde la parte final enfurece incluso a los dioses, un verdadero temazo.

“Chapter III”, es uno de los cortes más blackers y poderosos, pero con una alternancia rítmica que cuando quieres darte cuenta ya ha terminado adentrándote en su parte IV, donde desarrolla su concepto musical, RÜYYN sabe explayarse en los temas largos, creando verdaderas obras de arte que traspasan lo emocional.

Este trabajo es para escucharlo desde su inicio y final, poco más puedo decir porque parecería repetitivo, solo matizar que en su “Chapter V”, deja a flor de piel su toque progresivo y experimental, tanto en el trabajo vocal como armónico y que, en el cierre, “Chapter VI” envilece el alma en un corte repleto de contundencia y una percusión escrita y muy realista que engalana esas llamas purificadoras que destruyen todo lo real para crear un nuevo mundo. Un señor álbum.