THRONEUM (POL) «Oh Death… Oh Death… Determinate, Preach and Lead Us Astray»

De la mano de Godz ov War Productions nos ha llegado el enrevesadísimo nuevo trabajo de los polacos THRONEUM. Una banda ya curtida en el underground europeo, con veinte años de carrera y el que es su décimo trabajo de estudio, titulado “Oh Death… O Death… Determinate, Preach and Lead Us Astray…”, un rezo agónico que define muy bien la propuesta que encontramos en el álbum. Para quien no los controle, THRONEUM es una banda de Black/Death Metal con un sonido y una atmósfera muy en el rollo de los VENOM primigenios, solo que dotados de una técnica enrevesada y endemoniada que llevan el sonido perpetrado por Cronos, Mantas y Abaddon a sus límites más recónditos e insospechados.

Dicho esto, no son THRONEUM una banda dada a repetir esquemas. Así te sacan un álbum con quince temas cortos como te presentan ese “Oh Death…” que se compone de tres temas largos y otros tantos interludios, entrando en una onda más conceptual. El álbum se abre con “Alpha: Soulside-Space-Stream”, un enrevesadísimo corte de quince minutos con múltiples cambios de ritmos, algunos verdaderamente inverosímiles como el que encontramos a los cinco minutos de canción o pasajes oscuros como el que nos dejan algo pasados los ocho minutos, por poner dos ejemplos rápidos dentro de lo que es un tema brutal, algo largo, pero brutal. Todo ello aderezado con una producción horriblemente mal intencionada, sucia, cavernosa… con una voz desgarrada y totalmente carente, o eso quieren hacernos creer, de ninguna dote técnica pero con mucho poder, inquietante, agónica, totalmente bien encajada en el sonido de la banda polaca. Le siguen dos interludios inquietantes, Beta: “AGLA-on-tetragrammatron” y “Gamma:agla-ON-tetragrammatron”, que al igual que Epsilon:agla-On-tetragrammatron, se componen de sonidos varios, que se salen un poco de lo habitual y suman atmósfera al álbum, así como “Delta:Self-Appointed-Grandeur” los doce minutos más brillantes del álbum, con unas voces femeninas que se cuelan casi como psicofonías y que te hacen mirar atrás cuando la escuchas por miedo a que se te pueda aparecer algo infernal y unas interesantes melodías endemoniadas, o la final “Zeta:Archangel-Lucifer-God” nos siguen mostrando un Death Metal enfermo, cafre, que no se priva de nada y que busca, sobre todo, blasfemar, asustar, perturbar… lo que ha buscado siempre el Metal Extremo, vamos.

No os voy a engañar, no es un disco fácil. Requiere tiempo y escuchas (y que te mole mucho el rollo del “At War With Satan”) para asimilarlo. Es un engendro feo y apestoso, pero si le das paciencia le acabas cogiendo cariño porque realmente tiene pasajes muy notables pese a la espesura de su producción, que se come algunos riffs como si nada. Después de todo, es un trabajo que recoge una esencia básica en el Metal Extremo, nos la planta en la cara con toda la mala leche posible y nos devuelve al caldo primigenio de los sonidos más guarros y bestias de nuestro mundillo.