VOODUS (SWE) «Into the wild» CD 2018 (Shadow Records)
Por Nuel González
Es habitual que los músicos del BM adviertan de su presencia con un sinfín de demos y EPs, pero algunos grupos son más impulsivos y prefieren lanzarse con todo tras una presentación breve pero intensa. Este es el caso de los suecos VOODUS, apasionado cuarteto que, tras dos cortas grabaciones lanzadas en dos años (2015 y 2017), decidieron elaborar un trabajo de alta calidad como debut inesperado. “Into the Wild” es la muestra de dominio musical que ofertan y esta es la crítica que resume la gran sorpresa que me llevado tras su escucha.
Con una introducción ejemplar de predominio atmosférico, los suecos procuran seducirnos con una presentación clásica que nos recuerda a la texturizada fantasía vikinga de recreó BATHORY en sus dos álbumes de “Nordland”, el legendario compatriota que supuso una nueva escuela para todos los amantes de lo oscuro y lo melódico.
En esta más que estudiada formalización metódica es por donde se mueve el cuarteto VOODUS, un verdadero tributo que desempeña esa faceta melancólica por el BM antiguo que se alejaba de guitarras retroalimentadas con ecos y edulcoradas con persistencia shoegaze.
La agitación distorsionada comulga con el sentido melódico de unos riffs que se pronuncian con gusto, mostrando esa ponzoñosa sonoridad que tanto nos satisfizo en los 90. Las guitarras no se exceden en su maquiavélica tenebrosidad, produciendo tempos distintos con las que poder saborear las notas viciadas que desprenden, simulando un doom blacker intermitente pero solvente, extasiando esas necesidad de picos de intensidad plural que demanda el oído sibarita y; además, desarrollan una personalidad que, si bien no es exclusiva, sí que muestra un reflejo distintivo de aquellas bandas en las que se inspiran.
Lo mismo podríamos decir de esa brillantez acelerada que supone la batería, proliferando ritmos comprimidos en autosuficientes blast beats, una percusión domada por el old school que se aleja de las excreciones insufribles con las que se fue radicalizando el metal posterior a los 2000. Aquí está todo muy bien medido.
Ese salvajismo inherente al álbum, esa estrecha vinculación a la naturaleza rabiosa del género está materializada con los alicientes predilectos de aquellos que utilizan criaturas icónicas como el lobo u otras bestias de enmarañado pelo, como se vio en ULVER o en ARCKANUM. La atmósfera se ensalza por un vocalista de pútridas cuerdas vocales que grita junto sus compañeros instrumentales, pero guarda silencio cuando la niebla sonora queda suspendida por un único riff que toca con encanto parsimonioso.
La producción es excelente. Permite lea ingesta de todos los atributos compositivos sin tener que lidiar con el veneno distorsionador del lo-fi, sin embargo, no se olvida de la esencia temeraria que enarbola los agitados corazones de los oyentes del black metal. El enfoque oscuro y perturbador que jamás caduca y que satisface la negrura simbionte de nuestro ser se pronuncia sin parar, siempre carismático y elocuente.
El álbum debut de VOODUS es como una pieza maldita que es capaz de dominarnos bajo su perverso orden, es un disco con el que los suecos pueden llevar a cabo un ritual tabú, el vudú tradicional que espanta a los supersticiosos, y tenernos aferrados a los auriculares durante sus 60 minutos (¡y 1 segundo!) pese a la macabra y asolada manifestación que habita en su música. Espléndido trabajo.
Nota - 8.5
8.5
Nota
El álbum debut de VOODUS es como una pieza maldita que es capaz de dominarnos bajo su perverso orden, es un disco con el que los suecos pueden llevar a cabo un ritual tabú, el vudú tradicional que espanta a los supersticiosos, y tenernos aferrados a los auriculares durante sus 60 minutos (¡y 1 segundo!)