WARBRINGER (USA) «woe to the vanquished» CD 2017 (NapalmRecords)
Por Carlos Bermejo
“Woe to the Vanquished” es el quinto larga duración de los thrashers californianos WARBRINGER, tras su último larga duración de 2013, el 31 de marzo salió al mercado esta vez mediante el sello Napalm Records este nuevo trabajo del quinteto.
Ante nosotros nos encontramos con un disco de Thrash Metal de la vieja escuela, que tras la primera escucha la sensación que deja a priori es que han madurado mucho con respecto a sus anteriores trabajos, han conseguido que el álbum no sea plano musicalmente hablando, algo que bajo mi opinión, era la principal pega de su anterior disco.
El álbum, que consta de ocho cortes, repartidos en casi cuarenta y un minutos de duración, ha sido producido y mezclado por el ingeniero Mike Plottnikoff (FEAR FACTORY, P.O.D., YES, KISS,…), corriendo la masterización a cargo del gurú Howie Weinberg (ANTHRAX, PANTERA, OVERKILL, SEPULTURA,…) con un resultado final excelente. Para la portada han contado para realizarla con el prestigioso ilustrador Andreas Marschall (SODOM, OBITUARY, RUNNING WILD, KING DIAMOND,…).
El trabajo comienza con “Silhouettes” corte que sirvió como primer adelanto, el cual publicaron en enero, donde descubrimos con él por donde van a ir los tiros en este álbum, excelente carta de presentación sin duda, algo parecido ocurre con la siguiente “Woe to the Vanquished”, tema que da título al disco aunque esta es bastante más agresiva que la anterior.
“Remain Violent” es la siguiente, uno de los temas del disco sin duda, la cual también adelantaron con un videoclip el pasado diez de marzo, una canción corta y directa en la que además bajan el pistón de la velocidad para ofrecernos una pista pesada y machacona con un excelente dúo de solos de guitarras de Adam Carrol y Chase Becker.
En los temas “Shellfire” y “Descending Blade” nos vuelven a mostrar su faceta enérgica y veloz, incluso con algún que otro riff a una cuerda más propio del Death Metal, pero en el que no faltan fases de medio tiempo. Antes de encarar la parte final del disco encontramos el corte “Spectral Asylum” en el cual vuelven a ofrecernos un tema pesado y con mucha carga atmosférica, para luego soltarnos en toda la cara el corte “Divinity of Flesh” donde los blast beats de la batería de Carlos Cruz nos estallan sin piedad en el que para mí es sin duda alguna la mejor canción del disco.
Y para acabar este trabajo discográfico encontramos “When the Guns Fell Silent” que es el corte más largo del disco, algo más de once minutos, que en principio y para este estilo puede parecer excesivo, lo cierto es que rezuma sobre todo intensidad a pesar de no ser un tema rápido, y en el que observamos la sobresaliente calidad técnica que posee la banda, en el que para mí es el mejor disco de su carrera.