Con esa clásica suciedad del Rock distorsionado, como recién llegando desde otras tierras oscuras, “No sympathy for a rat” nos deja en un sitio tenebroso, entre dos carreteras que conducen a la oscuridad, al Doom, a la sensibilidad extrema de una idea que, sin prisas, va imprimiendo señales inhumanas en nuestra cabeza. YANOMANO es un proyecto que está cercano a cumplir los 10 años, y cada E.P. que esputan deja una pisada contundente, bruta, sin medias tintas en cuanto a interpretación, pero sí relativo a la velocidad que se toma la banda para despojarnos de carne y huesos.
La apertura, inmisericorde, en manos de la canción de “No sympathy for a rat” lo tiene todo. Brujería, hechizos de una guitarra que suena a decenios de proyectos Sludge, esa carga eléctrica a un paso de reventar el amplificador, un bajo sobre expuesto, y una garganta que se pudre en cada verso. Oscuridad de propósito total. Cierto coqueteo con el Black, odio y furia avasallante. Brutal. “The offering”, sin embargo, podría estar metida, sin temor alguno a equivocarme, en cualquier álbum que, por suerte, vengo reseñando en este podrido 2020. Bandas de culto, clásicas, que manejan con arte y locura la distorsión y el sonido crudo de las cuerdas, grabaciones casi saturadas, y un dolor en cada palabra que se convierten en la banda de sonido perfecta, para ver Hellraiser… puntualmente la escena en la que le dejan una navaja a un enfermito para que se limpie los bichitos imaginarios. Resaltan, de nuevo, el bajo y ciertos arreglos que, por momentos, parecen poner en peligro toda afinación. Pero como si nada siguen con armonías inversas y desprecio por cualquier tipo de Luz que pueda llegar desde el Más Allá. “Miasma” es una joya peligrosa, palabras de brujas desdentadas, riff´s de bajo y guitarra que se convierten en algo tan cercano al Brutal sin medias tintas, con pequeñas huellas de influencias Doom y Post no apta para personas impresionables.
Cierra un compendio perfecto del disco: “Iron Crown”, de nuevo con inmejorables interpretaciones de la banda, buscando huecos para melodías bien armadas, y pequeños toques de sintetizadores que con un poco de distorsión agregan tal furia al trabajo completo, que se hace casi imposible pensar en demonios psicológicos que, lentamente, van tomando forma en cada cambio de ritmo, en cada cambio de velocidad, a una definición algo más compleja en el ámbito conceptual. YANOMANO en verdad, juegan a ser Brujos oscuros que relatan una mala tarde ácida, colores sepia y mucha sangre. Ideal para poner escenario a Holocausto Canibal, pero en Australia. Salvaje y peligroso. Para quienes buscan esa sensación Extrema que solo pueden darte quienes han sido seducidos por términos como necrofilia, coprofagia, canibalismo.
Puntuación
Nota - 8
8
Nota
YANOMANO es un proyecto que está cercano a cumplir los 10 años, y cada E.P. que esputan deja una pisada contundente, bruta, sin medias tintas en cuanto a interpretación, pero sí relativo a la velocidad que se toma la banda para despojarnos de carne y huesos.