AMBASSADORS OF THE SUN (SWE) «Orbiting a Dead Star»

Desde Suecia, AMBASSADORS OF THE SUN nos trae uno de los albums más complejos y mejor diseñados de 2020: «Orbiting a Dead Star». No es sencillo describir su sonido porque mezcla distintos elementos: por una parte heavy, progressive y doom metal, psicodelia de los 60s y algún que otro toque grunge y por otra un sinfín de añadidos melódicos y experimentación. La tecnicidad y la composición son muy buenos y sin duda han sabido plantear el trabajo.

“Discipline” tiene una duración de casi nueve minutos, dos de los cuales inician como una marcha atmosférica con tintes medievales y bélicos. En seguida aterriza la base heavy metal y lo hace a través de una batería insaciable y unos riffts cargados de desesperación. Es el primer tema y AMBASSADORS OF THE SUN ya nos deja con el listón muy alto.

En este punto podríamos plantearnos, ¿Deberían haber dejado esta pista para el final?

La respuesta es no. Aunque parezca increíble, la sorpresa llega tema a tema y parece llegarnos con una facilidad increíble.

En la siguiente canción, “Snail”, una de mis favoritas de todo el álbum aunque me cueste decidirlo, los riffs son una auténtica pasada. Tejen una línea pegadiza y fuerte que se atornilla en el cerebro y entonces, … Vaya, ¿No os recuerda esa voz a Layne Staley? Ahí está la influencia grunge que mencionábamos. Si cortamos ese comienzo y lo escuchamos a ciegas, parecería el estribillo de “Love, Hate, Love” de ALICE IN CHAINS.

El tema continúa creciendo pero de vez en cuando tiene altibajos, lo que aporta positivamente en mi opinión.

La tercera canción es “From The Shadows” y aquí dispara la vena más heavy y extrema de la banda. Los guturales decapitan todo a su paso y bajo ellos los riffs llevan la melodía. También encontramos esos altibajos tan noventeros que es lo que quizás diferencia o posición el género del grupo. Pero bueno, como decía al principio lo cierto es que es un grupo muy ecléctico musicalmente hablando.

“Cinnabon” tiene un comienzo mucho más acústico y suave recordándonos a líneas de guitarra de PINK FLOYD. Me gustan mucho los golpes simultáneos de batería y guitarra que preceden a la voz, da un toque extraño y pegadizo que después sirve para llevar la canción al estribillo sin que quede pasteloso o aburrido.

Muy al contrario, este álbum es de todo menos aburrido o repetitivo.

Continuamos con “So Long”. Escuchamos unas campanas y unos coches para adentrarnos en una historia urbana y ahí comienzan a sonar las guitarras y unos aullidos vocales. Esta vez, la vena grunge (personalmente me recuerda a TEMPLE OF THE DOG o a MOTHER LOVE BONE, aunque quizás sea muy rebuscado) lo lleva la parte instrumental pero con gran aportación de la voz. El estribillo es alargado y etéreo, algo que uno no se esperaba.

“Aches and Pains” tiene unos riffs que me encantan: oscuros, melódicos, nostálgicos, pegadizos, … La letra se inyecta o bien siguiendo esa melodía o bien haciendo un eco armónico que electrifica aún más la melodía.

Después aparece “1-9”, muy en la tesitura de “From the shadows” porque le saca partido a lo extremo al igual que la que continúa, “Baretta”, esta última aún más doom y cruda sin ningún duda.

El disco finaliza con “The Masochist”: Hablando en plata, otro temazo. De principio a fin este disco está entrelazado por la confluencia de estilos y de sonoridades creando a mi gusto uno de los mejores trabajos del año pasado.

Aquellos que ya lo habéis escuchado sabréis a lo que me refiero pero los que aún no hayáis tenido la oportunidad de sentaros con este “Orbiting a Dead Star”, no esperéis más. Como digo se trata de un álbum muy variado con buena técnica y composición que impacta de buen grado en distintos gustos musicales. Dadle caña.