GOATH (DE) «IV Silencing the Prophets of Deceit»

Desde Núremberg, Alemania, llega este demoledor trío (Victor Elian: bajo y voces; Serrator: batería; Goathammer: guitarra y voces), GOATH, que nos presenta su ya cuarto disco, “IV: Silencing the Prophets of Deceit”.

En él encontramos 11 temas con una duración de 53 minutos, lo que es un tiempo bastante generoso para un disco de este estilo. ¿Qué estilo? Un Death Metal furioso, rápido, agresivo, con unos ligeros toques de Black Metal. De hecho, Serrator (batería) y Goathammer (guitarra y voces) forman parte de la reconocida banda de Black alemana TOTAL HATE. Sin embargo, GOATH no hace, desde mi punto de vista, una mezcla entre Black y Death Metal, sino un Death de vieja escuela, en la línea de los primeros MORBID ANGEL y DEICIDE, con ingredientes de Black en algunas voces, en ciertos riffs, en determinados fragmentos…  Es como una versión ligeramente Black de esas bandas pioneras. Y el resultado es magnífico.

Como acabamos de apuntar, los temas son rápidos, con cambios de ritmo en su justo lugar, contundentes, pero muy bien construidos y no exentos de cierto sentido rítmico en el momento adecuado. No es el típico Death veloz, monolítico, que resulta tremendamente aburrido. De hecho, ningún tema es lineal. Goathammer desarrolla a lo largo de la grabación riffs rápidos, crujientes, juega con los sonidos Death, Black, Thrash e incluso Crust, como podemos oír hacia el final de “Wherever He Takes Me”. Hace un trabajo magistral llevando buena parte del peso de los temas. Y lo mismo puede decirse de Serrator, que imprime contundencia a la música de GOATH y que sabe sacar partido de la batería; nada del estilo “a piñón fijo” bastante habitual en estos estilos. Las voces se mueven entre las tonalidades Black y Death, pero sin caer en los extremos agudo y gutural. Me viene a la mente David Vincent (MORBID ANGEL), en ocasiones Glen Benton (DEICIDE) e incluso Mortuus (MARDUK). De hecho, “Beneath the Scum” tiene mucho de MARDUK, con ese inicio de redobles de batería, para pasar a un verdadero trallazo digno de la banda sueca, pero al que van sumando elementos Black-Thrash, con unos riffs cortantes, machacones, Death a medio tiempo al final…

La nota diferente del disco la pone el último corte, “Schwefeltaufe”, un largo tema instrumental (aunque más de la mitad es un recitado en alemán, sin música) a medio tiempo, con cierto aire épico y elementos melódicos, donde el guitarrista y el batería exhiben el dominio de sus respectivos instrumentos.

Gran disco de una gran banda. Enhorabuena.