CEREMONIAL WORSHIP (GRC) «Seven Gateways to Eternal Misanthrophy»

Black metal desde tierras helenas, es lo que nos llega con CEREMONIAL WORSHIP y su nuevo plástico «Seven Gateways to Eternal Misanthropy», que publica el sello estadounidense Eternal Death (V.E.I.N., FOREST THRALL, INTERMET ASHES…).

Segundo álbum para esta one-man-band (en algún punto de su historia llegó a ser un dúo)que lidera High Priest C.W., formados en 2016 y que llevan lanzados hasta el momento un par de EPs, un split (junto a sus compañeros de escuadra OMENFILTH) y un disco anterior que ha visto la (negra) luz a comienzos del presente año, con el título de «Ode to Dionyssus» y que poco se asemeja a esta nueva obra, dicho sea de paso.

El sonido de este material es más bien limpio pero no desmerece el conjunto, quiero decir, no es que sea un grupo súper técnico o que posea una gran producción ni nada por el estilo, si no que apesar de ello, suenan fríos, crudos y oscuros. Han sabido jugar con los controles para conseguir conservar un buen sentimiento, dentro del estilo y no sonar fuera de contexto en ningún instante.

Hipnótica y distante es su propuesta, con buenas melodías y una batería clásica y efectiva (CEREMONIAL WORSHIP  tampoco posee teclados ni instrumentos que se salga de lo tradicional en el género) aunque con unos cambios de ritmo algo bruscos o al menos fuera de lo normal en algunos momentos («Opus Blood» podría servir como un buen ejemplo de ello); que entran, esa es la verdad, no están mal ejecutados ni son extravagantes pero sí ligeramente extraños, no habituales a veces digamos. En cualquier caso, las baterías se escuchan con claridad y todos los detalles son perfectamente entendibles, no como otras tantas veces que quedan sepultudas en la mezcla, o son programadas e inaudidbles, etc.

Pasando al contenido, pues después de la pertinente intro, es «True Evil in Me» el que arranca de forma asesina y albergando esas voces, rasgadas y un poco lejanas, quizá hasta bajas en la mezcla, pero tiene toda la pinta de haber sido hecho así adrede. Tema directo y con alternancia de tempos, aspecto éste que mantienen a lo largo de toda la obra. «Death From Mountain Hills» es un corte a medio gas, con un aura más melancólica, desoladora y mística. La intensidad también son seña de identidad en el grupo, sin alcanzar velocidades de vértigo, pero sí que no se toman un segundo de respiro entre riff y riff, escucha «Orders Beyond Horizon», «Path of Burning Ambition» o el más extenso «Vomitous Moon». Letras sobre ceremonias, ocultismo y oscuridades varias…

Buen material, que se hace corto a pesar de sus ocho canciones y más de media hora de duración, para seguidores de la escena clásica griega de bandas como ZEMIAL, THOU ART LORD, NECROMANTIA…