[CRÍTICAS] ONE MACHINE (GBR) «The final cull» CD 2015 (Scarlet Records)
Por: Eduardo Rodríguez
Recién horneado… incluso humeante, es como nos llega el segundo larga duración de los británicos ONE MACHINE. A principios de año un servidor alucinaba haciendo la reseña de su álbum debut de 2014. Pues apenas 8 o 9 meses después tengo la suerte de poder hablar otra de una banda muy prometedora. De la que opino, y parafraseando mi propia review para este mismo medio sobre su primer álbum, “no me explico cómo no estamos leyendo y viendo más sobre ellos en los medios mainstream y en los mejores festivales”. El alma mater de la banda, Steve Smyth (NEVERMORE, TESTAMENT, FORBIDDEN,…), sigue acompañado de su escudero a la guitarra Jamie Hunt, el cual no tiene nada que envidiar a su “maestro”. Pero para esta ocasión y por distintos motivos, se han renovado base rítmica y el vocalista. Y aquí es en dónde más dudas me surgen antes de escuchar este “The Final Cull”, ya que el ex-MERCENARY Mikkel Sandager estuvo a un nivel estratosférico en el disco debut de ONE MACHINE, es más, creo que es una de las grabaciones vocales más impactantes en mucho tiempo. Así que su sustituto, Chris Hawkins, tiene una difícil tarea. ¿Cuál será el resultado?
El cd comienza fuerte con “Forewarning”. Canción de thrash y power metal muy potente, rozando el death en algún riff. Eso sí, la primera impresión ni se acerca a lo que sentí cuando escuché “The Distortion Of Lies & The Overdriven Truth”. Aunque, salvo debacle a lo largo de los casi 45 minutos que quedan de disco, el nuevo vocalista está a la altura y la nueva base rítmica… digamos que no es coja.
Una larga intro abre el segundo corte, el cual da nombre a este trabajo. Canción con tiempo más pausado, más melodía y cierta melancolía. Por momentos muy heavy metal y en algunas melodías “demasiado” NEVERMORE… incluyendo alguna harmonía vocal, muy a lo Warrel Dane. Buena canción aunque, quizás, se hace algo excesiva en sus 7 minutos de duración.
La tercera pista es “Summoning Of The Soul”, que también empieza calmada y con mucho protagonismo de la voz de Chris Hawkins. La canción tarda en explotar pero lo hace con fuerza. Vuelven las dobles melodías de guitarra que, como dije en su momento, recuerdan a los mejores años de los hermanos Amott. La canción se va desarrollando como una montaña rusa entre partes muy tranquilas y explosiones de metal. De momento, la más floja del cd.
“Screaming For Light” sí que empieza duro… muy duro. Los primeros compases podrían ser de una buena banda de death metal de florida. El resto del tema es rápido y violento. Parece que Chris Hawkins intenta imitar a Ripper Owens por momentos. No quiero caer sobre el chaval, que tiene una voz enorme al alcance de muy pocos. Pero tal y como me temía, la sombra de su predecesor es demasiado larga porque el amigo Sandager es un fuera de serie y, lo más importante, tiene más personalidad. Si Mr. Hawkins no sonara a “éste o aquel” según la ocasión, estaríamos hablando de un vocalista de metal titánico, porque materia prima tiene para aburrir.
En la mitad del plástico nos encontramos con “The Grand Design”. Otro tema que empieza muy tranquilito y que va creciendo. Algo flojillo, la verdad.
La cosa vuelve a animarse con “New Motive Power”. Una buena cabalgada a base de palm mutes y shreddings. No hay tregua en los siguientes 4 minutos. De lo mejorcito del cd.
“Ashes In The Sky” se abre con un arpegio y una voz muy melódica, casi susurrada. Hastala mitad del tema tiene aires de balada heavy metal. Incluso en la segunda parte, que es mucho más eléctrica, tenemos ese regusto de solos a lo héroe de la guitarra y un grand derroche de voz… todo muy ‘80s. Lo mejor, el último riff… guapo, guapo.
Entramos directamente en la recta final con “Born From This Hate”. Canción que vuelve a la caña pero sin velocidad. Está claro que no hace falta ir a mil para reventar tímpanos.
El cd toca a su fin con “Welcome To The World”, en la onda del anterior corte pero algo aburrido, sin nada que destacar.
“The Final Cull” es un disco muy bien producido y con un trabajo de guitarras de lo mejor que se puede escuchar hoy día. Además posee una batería y un bajo sencillamente demoledores. ¿El cantante?, pues de primer nivel. El problema es haber tenido, tan sólo un año antes, un álbum debut espectacular y difícil de superar, al que sólo se le acercan un par de canciones en éste trabajo. Además, quizás hay demasiados temas tranquilos para lo que te esperas después de escuchar como arranca el álbum. En cualquier caso un buen cd de una buena banda a la que le quedan grandes cosas por hacer.